Eugene Onegin MET Por Carlos Javier López Sánchez
- La Metropolitan Opera de Nueva York incluye en su temporada primaveral Eugene Onegin, de Piotr Ilich Tchaikovski, en la celebrada producción de Deborah Warner, que ya se vio en Manhattan en 2013 y 2017.
- El Met pone sobre las tablas a un elenco encabezado por los célebres solistas Ailyn Perez y Piotr Beczala, bajo la batuta del maestro neoyorkino James Gaffigan.
Deborah Warner tiene en su Eugene Onegin uno de sus productos más logrados. A la simplicidad expositiva de las escenas se le une un naturalismo desinhibido que deja respirar al drama y a los solistas. Del frío desolador del duelo, al intimismo doméstico que rodea a Tatiana cuando escribe su carta, todo funciona en escena, y lo visual contribuye de manera notable al éxito de la ópera. No extraña, por tanto, que el Met siga recurriendo a esta producción de 2013, a la que auguramos aun mayor longevidad.
El director de orquesta James Gaffigan supo emplear con efectividad los amplios recursos del conjunto titular del Met. Con mucho orden en el foso, las estampas líricas que componen la ópera llegaron vívidas y limpias al espectador, libres del efectismo y el almidón con el que muchas veces se sirve la música de Tchaikovsky.
La soprano americana Ailyn Pérez debuta en el papel de Tatiana de manera notable, pero sin el éxito rotundo al que nos tenía acostumbrados. Es notorio el trabajo de preparación de la artista, que incursiona por vez primera en el repertorio ruso interpretando un papel que se adapta a sus prestaciones vocales. No obstante, la Pérez no sonó con la naturalidad de otras ocasiones. En su escena de la carta, muy celebrada por el público, Ailyn Pérez destacó más por su efectividad actoral que por lo arrebatador de su canto. Además, al lado de sus compañeros, su ruso era quizá el más cuestionable. No obstante, la Pérez es una gran artista y trabajadora de la lírica. Su Tatiana, que apenas ve a la luz estos días en Nueva York, podrá crecer vocalmente y ponerse a la altura de sus predecesoras.
La aparición del tenor Piotr Beczala en escena fue celebrada por sus seguidores con un espontáneo aplauso. Beczala es ya un fijo en el papel del poeta Lenski. Su porte en escena, su timbre soleado y su canto musical y estilizado lo convierten en un tenor muy querido en Nueva York. La emisión es discutible, empero, con notas demasiado abiertas y vibradas en exceso, y agudos cortos y estrangulados. Estos defectos tienen visos de ir a más con el paso del tiempo. De todos modos, Beczala emocionó al público con el aria ‘Kuda, Kuda’ y con su muerte en duelo con Onegin, en una estudiada y conseguida actuación, mimada desde el foso por Gaffigan. Eugene Onegin MET
El Eugene Onegin del barítono ruso Igor Golovatenko fue algo plano en lo actoral y correcto en lo vocal. El timbre de Golovatenko es cálido, pero no bello, con sonidos huecos y livianos. Por otro lado, el ruso domina la técnica del fiato y el canto legato, y su declamación del texto es impecable y muy expresiva. No terminó de meterse en el bolsillo al público. Eugene Onegin MET
El príncipe Pimen estuvo encarnado con maestría por el bajo estonio Ain Anger. La voz de Anger suena como debe: oscura, limpia, homogénea, pujante y aterciopelada, con el vibrato justo. La técnica es tan simple como efectiva, al servicio del estilo y la poesía de la melodía. Siempre es un gusto ver y oír al estonio. No me hubiera extrañado que un público más entusiasta le hubiera hecho bisar su aria en el tercer acto. Eugene Onegin MET
Varduhi Abrahamyan interpretó a Olga sin apuros técnicos, muy atenta al texto; mientras que los secundarios Elena Zaremba (Larina), Larissa Diadkova (Filipyevna), Vladyslav Buialskyi (un capitán), Tony Stevenson (Monsieur Triquet) y Richard Bernstein (Zaretski) elevaron el nivel general del espectáculo, con intervenciones al nivel del mejor Met. Eugene Onegin MET
En suma, el genio musical de Tchiakovsky y la poesía de Pushkin se ven bien servidos en el marco escénico de Deborah Warner y en el foso de James Gaffigan. El Eugene Onegin que se puede ver estos días en Nueva York se disfruta sin problemas, pese a los peros expuestos, y sigue la línea exitosa de la compañía en su primera temporada tras el parón pandémico. Eugene Onegin MET
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Metropolitan Opera de Nueva York, a 29 de marzo de 2022. Eugene Onegin, ópera en tres actos con música de Piotr Ilich Tchaikovski (1879) y libreto en ruso de Konstantín Shilovski y Modest Tchaikovski, hermano del compositor, basado en la novela homónima en verso de Aleksandr Pushkin, publicada en 1831. Dirección Musical: James Gaffigan. Orquesta y coro de la Metropolitan Opera (director del coro: Donald Palumbo). Producción: Deborah Warner, Diseño escénico: Tom Pye, Vestuario: Chloe Obolensky, Iluminación: Jean Kalman, Proyecciones: Ian William Galloway y Finn Ross, Coreógrafa: Kim Brandstrup, Dirección del Revival: Paula Williams. Reparto: Ailyn Perez (Tatiana), Varduhi Abrahamyan (Olga), Elena Zaremba (Madame Larina), Larissa Diadkova (Filipyevna), Piotr Beczala (Lenski), Igor Golovatenko (Eugene Onegin), Vladyslav Buialskyi (un capitán), Tony Stevenson (Monsieur Triquet), Richard Bernstein (Zaretski), Ain Anger (Príncipe Gremin).