Evelyn Herlitzius, una Elektra de referencia en Berlín

Evelyn Herlitzius, una Elektra de referencia en Berlín. Foto: Bettina Stöß
Evelyn Herlitzius, una Elektra de referencia en Berlín. Foto: Bettina Stöß

La siguiente entrega de esta Semana Strauss ha sido Elektra, cuyo resultado artístico hay que considerarlo notable, con una brillante lectura musical, un destacado reparto vocal y una producción escénica simple y eficaz.

La producción escénica se debe a Kirsten Harms, quien fuera intendente de la Deutsche Oper de Berlín hasta hace 5 años y cuyo paso por esta compañía es digno de alabanza, tanto por su programación como por el hecho de haber conseguido los servicios de Donald Runnicles como Director Musical y de William Spaulding como Director del Coro de la Deutsche Oper. Esta producción se estrenó en Noviembre de 2007, siendo Kirsten Harms todavía intendente del teatro. La escenografía es única, ofreciendo un espacio cerrado, donde vive Elektra, con paredes lisas y unas puertas que no pueden abrirse sino desde fuera, quedando un hueco en el fondo a buena altura, desde donde aparece Klytämnestra y donde tendrá lugar el asesinato de Egisto. El suelo del escenario representa grandes cantidades de barro, donde los intérpretes se hunden hasta media pierna. Todo ello figura perfectamente las condiciones en que sobrevive la hija de Agamenón, esperando su venganza. La citada escenografía y el vestuario intemporal son obra de Bernd Damovsky. La acción está centrada en los personajes, todos ellos expertos en sus respectivas partes, que lo hacen con una gran intensidad, particularmente en lo referente a las hermanas Elektra y Chrysothemis. Es una producción que huye de originalismos personales y se pone al servicio de la obra, resultando muy eficaz.

Al frente de la dirección musical estaba el escocés Donald Runnicles, el actual director musical de la compañía, y su lectura fue brillante, como suelen ser todas las suyas, especialmente en este tipo de repertorio. Yo eché de menos algo más de emoción en algunos momentos, pero en conjunto fue una más que notable versión musical de Elektra. La Orquesta de la Deutsche Oper Berlín está en un momento muy dulce y no cabe duda de que algún mérito tiene que atribuirse en ello a su director titular.

Elektra fue interpretada una vez más por Evelyn Herlitzius con una intensidad fuera de lo común. Esta artista tiene un indudable magnetismo, basado en sus grandes facultades y en una entrega total a los personajes que interpreta. Resulta muy difícil concebir una Elektra con cualquier otra intérprete, cuando se ha tenido ocasión de verla a ella en el personaje. Estamos ante la Elektra de referencia hoy en día. Las hay con mayor belleza vocal, pero ninguna tan convincente como Evelyn Herlitzius.

Manuela Uhl ha sido Chrysothemis en esta producción desde su estreno y no recuerdo ninguna reposición en la que ella no haya sido la hermana de Elektra. El personaje casi se convierte en un segunda piel para ella y lo hace francamente bien en todos los sentidos. No hay más sombra que algunos agudos aislados un tanto comprometidos. Por lo demás, una Chrystohemis plenamente convincente.

Evelyn Herlitzius, una Elektra de referencia en Berlín. Foto: Bettina Stöß
Evelyn Herlitzius, una Elektra de referencia en Berlín. Foto: Bettina Stöß

Klytämnestra era la mezzo soprano Doris Soffel, que lo hizo bien, aunque con menos brillo que sus hijas en escena. No es la contralto que pide el personaje y tampoco es muy poderosa, pero resulta siempre convincente en su enfrentamiento con Elektra.

El bajo Tobias Kehrer fue un Orest de lujo. Ayer me refería a lo inusitado que resulta tener como Segundo Soldado en Salomé a este bajo y hoy el hecho ha quedado más que demostrado. La voz es pastosa e importante y es un destacado intérprete. Es uno de mejores Orestes en la actualidad. Clemens Bieber cumplió con corrección en el personaje de Aegisth.

Los personajes secundarios estuvieron magníficamente servidos, como es habitual en este teatro. Sonoro y adecuado Seth Carico como Preceptor de Orestes, cumpliendo bien James Kryshak y Stephen Bronk como Sirvientes. Bien también, Nicole Haslett (Confidente) y Alexandra Hutton (Portadora del Manto). Adecuada Stephanie Weiss como Jefa de Criadas. Un lujo las 5 Criadas, interpretadas por Annika Schlicht, Rebecca Jo Loeb, Jana Kurucova, Fionnuala McCarthy y Elbenita Kajtazi.

El teatro ofrecía una ocupación de algo más del 90 % de su aforo. El público dedicó una recepción triunfal y merecida a Evelyn Herlitizius. No faltaron muestras de entusiasmo para el resto, especialmente para Tobias Kehrer, Manuela Uhl y Donald Runnicles.

La representación comenzó puntualmente y tuvo una duración de 1 hora y 40 minutos. Siete minutos de aplausos.

El precio de la localidad más cara era de 95 euros, habiendo butacas de platea al precio de 54 euros. La entrada más barata costaba 30 euros. A Berlín hemos de ir…

Fotos: Bettina Stöß

José M. Irurzun