Un siglo de danza en España Por Cristina Marinero
Del 1 al 3 de diciembre. Dirigido por Idoia Murga (Instituto de Historia del CSIC), y con un comité científico que incluye a historiadores en la materia, como Ibis Albizu, Ana Abad Carlés, Laura Hormigón, Inmaculada Matía Polo, Eva López Crevillén o Ana Isabel Elvira Esteban, el congreso ‘Un siglo de danza en España (1836-1936)’ ha vuelto a dejar patente la riqueza de este arte en los escenarios de nuestro país durante el periodo señalado y su eco durante el resto del siglo XX. Un siglo de danza en España
Con una estupenda clausura, en la que pudimos escuchar en la Residencia de Estudiantes la ponencia del historiador y exbailarín Mark Franko (Boyer College of Music and Dance, Temple University, Filadelfia), El modernismo de la danza española entre la etnografía, la personalidad y la identidad nacional: visiones de La Argentina desde el extranjero, y escuchar los entresijos de la creación del Ballet Flamenco de Andalucía, El maleficio de la mariposa, a cargo de su directora y coreógrafa, Ursula López, y el experto Pedro G. Romero, el congreso se ha desarrollado principalmente en el Museo del Romanticismo, que dirige Carolina Miguel, espacio emblemático del Madrid antiguo y coorganizador junto al Instituto de Historia del CSIC. Un siglo de danza en España
En paralelo, el museo situado en la calle San Mateo exhibe hasta el 27 de febrero de 2022 el retrato de la célebre bolera La bailaora Josefa Vargas, de Antonio María Esquivel, pintado en 1850 y perteneciente a la Fundación Casa de Alba, expuesto habitualmente en el Palacio de las Dueñas, de Sevilla. Un siglo de danza en España
Estas intensas jornadas han tenido las dos emblemáticas fechas que constan en su título por ser la del estreno en París del ballet-pantomima ambientado en Madrid Le diable boiteux, donde la austriaca Fanny Elssler estrenó el famoso e icónico baile La cachucha (1836), dentro de la obra, y por señalar, el año 1936, la muerte de Antonia Mercé La Argentina, el mismo día del levantamiento militar que llevó a la Guerra Civil española.
Las ponencias que han nutrido el congreso han detallado hitos, estilos, escuelas y situaciones relevantes para el arte del movimiento en España, sobre todo la danza española. Entre otras exposiciones, hemos asistido a las ofrecidas por Guadalupe Mera (Conservatorio Superior de Danza María de Avila, Propuestas escénicas en la España romántica: apropósitos, género andaluz, juguetes y bailes con argumento (18431868), la de Rocío Plaza Orellana, de la Universidad de Sevilla, Bailes y bailarines andaluces en Madrid entre 1845 y 1854, así como la de Lynn M. Brooks (Franklin & Marshall College, Filadelfia), Danza española en la escena americana temprana: una perspectiva desde Filadelfia. Un siglo de danza en España
También son reseñables el trabajo presentado por Laura Hormigón (Asociación de Directores de Escena de España), Otros circuitos para la danza. El ballet en Zaragoza, Alicante y Palma de Mallorca hacia 1850, y las ponencias ofrecidas desde Estados Unidos por las expertas Lynn Garafola (Barnard College, Columbia University, Nueva York) In the Shadow of Petrouchka: Constructions of Identity in the Work of Anna Pavlova, La Argentina, and Katherine Dunham, y Ninotchka D. Bennahum (University of California, Santa Barbara), Exile and Modernity: Spanish Dance in the Shadow of War.
En los próximos meses se editarán las actas de este congreso tan valioso, dejando blanco sobre negro la riqueza de la danza en España, con sus numerosos coreógrafos, directores y bailarines, constatando la gran tradición de este arte en los escenarios de nuestro país.