
La OCRTVE ha programado el Stabat Mater de Rossini con importante éxito aunque no todo ha sido brillante.
Magnífica la dirección de George Pehlivanian en una versión inclinada a lo dramático y con un equilibrio perfecto en tiempos y dinámicas. Pehlivanian estuvo en todo momento muy atento a los solistas y coro. Hay que destacar las intervenciones del clarinetista y las arpista, ambos excelentes.
Respecto a los cantantes solistas destacó por encima de todos la mezzo Nancy Fabiola Herrera. Cuanto toca –canta- se convierte en una obra de arte intachable por la belleza de su voz, estilo, musicalidad. La soprano Marjukka Tepponen posee un instrumento metálico y estridente sobre todo en la zona aguda. El bajo Andrea Concetti carece de refinamiento y muestra un vibrato excesivo y molesto. Muy discreto el tenor Mario Zeffiri.
Previamente se pudo escuchar la Rossiniana de Ottorino Respighi muy bien interpretada por la orquesta. Muchos aplausos de un público que supo disfrutar de la calidad de lo que se le entregaba.
Francisco García-Rosado