Extinción Teatro Abadía Por María Pardo
Extinción es una coproducción del Teatro Real y el Teatro de La Abadía que amalgama la ejecución de dos misas policorales de Joan Cererols, interpretadas en conjunto por el ensemble musical Nereydas y el Coro Titular del Teatro Real, a la vez que se desarrolla en directo una propuesta escénica, audiovisual y tecnológica de Agrupación Señor Serrano.
Joan Cererols es un compositor catalán del siglo XVII cuyo “reciente” descubrimiento ha supuesto su incorporación al podio de los grandes compositores españoles. Su música, perteneciente al barroco temprano que aún no ha cortado el cordón umbilical con la estética renacentista, surge como una reacción artística a los problemas de su época. En este caso, la Missa pro defunctis es su aportación para consolar a aquellos que sobrevivieron a la peste que devastó Barcelona en los años 1650 y 1651 y la Missa de batalla, en honor a Felipe IV, como celebración de la victoria de la Corona española en la sublevación de Nápoles. Lo acontecido en los tiempos actuales pone de manifiesto la actualidad de ambas misas: el hombre sigue siendo vulnerable ante las pandemias y ante la codicia como para justificar el asesinato de sus semejantes. Extinción Teatro Abadía
Javier Ulises Illán, que denomina este espectáculo como “distopía policoral postecnológica”, ha tenido la difícil labor de conducir a Nereydas y el Coro Titular del Teatro Real por estas dos misas que se caracterizan por ser policorales y, también, por la compleja distribución de todos los músicos en la sala. Situado en el centro del espacio del teatro y a distancia suficiente para ser visto por los músicos, sus indicaciones fueron firmes, vitales y precisas, aunque no siempre los cantantes respondieron bien a sus indicaciones debido, probablemente, a la falta de experiencia en este repertorio por parte del coro. El grupo Nereydas se pronunció con vigor, oficio y savoir faire acostumbrados sin duda a la dirección y al profundo conocimiento de las partituras del que Illán suele hacer gala. Emplearon instrumentos históricos tocados por seis músicos: arpa, flautas, cornetto muto y cornetto curvo, órgano, tiorba, violas da gamba y violone. En los tutti, lamentablemente, sólo llegaba a escucharse el cornetto por encima de las voces.
Del Coro Titular del Teatro Real, hay que puntualizar que vienen de cantar en ruso El ángel de fuego de Prokófiev y que, además, han hecho el ingente esfuerzo de aprenderse de memoria ambas misas cuya demanda vocal exige una emisión completamente diferente y especializada, además de la dificultad contrapuntística de voces que se enfrentan entre sí. El ritmo prosódico de ambas misas fue correcto, aunque por momentos, la textura polifónica se perdía entre vibratos y dinámicas sonoras descontroladas que, seguro, en las siguientes funciones irá corrigiéndose. Quizás, la elección de las voces para estas obras debería haber sido más pensada para la demanda vocal que requieren.
La Missa pro defunctis consta de dos coros, colocados de manera que cuatro hombres quedan enfrentados con cuatro mujeres en los laterales que abrazan al público, tres solistas situados en el centro compuestos por el tenor Pablo Oliva, al que se oía sin esfuerzo, el contratenor Gaizka Gurruchaga y la soprano Legipsy Álvarez, cuyas voces a veces desaparecían entre el volumen de sus compañeros, y además un salmista llevado a cabo con solvencia y en estilo por Elier Muñoz. Lamentablemente, las sopranos del coro de mujeres no supieron contener el exceso de vibrato y volumen que, desde luego, no corresponde a este estilo, desmereciendo el trabajo de sus compañeros y contribuyendo a cierto caos sonoro. Extinción Teatro Abadía
En cuanto a la Missa de batalla, esta consta de dos coros de ocho componentes cada uno, el coro con cuatro solistas también en el centro compuesto por el tenor David Romero, la contralto Rosaida Castillo, la soprano I María Alcalde y la soprano II Rebeca Salcines, que cantaron con una voz limpia, proyectada con solvencia y seguridad en estilo y un salmista certero y que cumplió bien con su cometido a cargo de Igor Tsenkman.
Para entender el espectáculo en sí, es necesario que el espectador esté al tanto de algunos detalles. El Teatro de La Abadía resulta ser la antigua iglesia de la Sagrada Familia convertida en una casa de teatro que, arquitectónicamente, se presta a ser el lugar idóneo para la representación de estas dos misas cuya liturgia es sustituida por una performance que no deja indiferente y nos invita a la reflexión. Agrupación Señor Serrano, comandado por Àlex Serrano y Pau Palacios, propone un viaje iniciático en el tiempo cuyo común denominador es la búsqueda del mineral que aporta riqueza y poder: la búsqueda del oro y la promesa de El Dorado por parte de la expedición dirigida por Francisco de Orellana, que colaboró con Pizarro en la conquista de Perú y le llevó a recorrer todo el Amazonas; y, por otra parte, la búsqueda del coltán en nuestros días.
El coltán es el mineral por el que se está produciendo la mayor guerra de nuestros tiempos en la República Democrática del Congo, hasta ahora la que ha dejado más muertos desde la II Guerra Mundial –se estima que unos seis millones de personas–, y a la que no se da ninguna difusión porque va contra los intereses económicos de las grandes industrias. Este mineral está presente en todos los dispositivos electrónicos del mercado. Mientras, ignorantes, miramos la pantalla de nuestro ordenador o estamos desechando un móvil antiguo que aún funciona para adquirir el último modelo, hombres, mujeres y niños son forzados a extraerlo bajo unas condiciones inhumanas, el medio ambiente y la vida animal salvaje están siendo irreparablemente dañados, sobre todo los gorilas, que han sido reducidos de manera alarmante. Extinción Teatro Abadía
Agrupación Señor Serrano, a través de un equipo de excelentes performers compuestos por Carlota Grau, Marcel Borràs, Àlex Serrano y David Muñiz, tecnología como ordenadores y cámaras emitiendo en tiempo real, combinados con otros elementos como tierra, polvo dorado, un móvil, una chaqueta de borrego blanco, una caja de GLOVO, una mazorca de maíz… propone un poema audiovisual escénico lleno de significados que nos lleva desde un paisaje húmedo y hostil como es ir río abajo por el Amazonas, pasando por una autopsia en la búsqueda fútil del alma en el cuerpo humano, a la creación de nuestra sociedad, nuestras ciudades, la prisa, la esclavitud encubierta, el consumismo compulsivo, la alimentación desnaturalizada que nos infla llevándonos a la obesidad o, el paseo imaginario que se ha pedido relatar a una inteligencia artificial entre ella y un ser humano, terminando con una explosión de palomitas de maíz que revientan desde unos hornillos colgados del techo a modo de fuegos artificiales inundando el espacio de olor a cine.
En resumidas cuentas, Extinción es un espectáculo muy recomendable porque mantiene la mente y los sentidos atentos. El encuentro musical y escénico es del todo acertado y debieran fomentarse estas colaboraciones tan atrevidas y llenas de significado humano. En este caso, el recorrido por el que conducen al espectador parte de un Dios que atemoriza hasta la IA que ocupa su lugar y somete el alma humana si uno se deja llevar por las aguas caudalosas del vacío y la ansiedad que genera el consumismo exacerbado y las modas sociales. Extinción Teatro Abadía
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Teatro de La Abadía en coproducción con el Teatro Real de Madrid, 12 de abril de 2022. Extinción, a partir de Missa pro defunctis y Missa de batalla de Joan Cererols (1618-1680). Propuesta escénica de Agrupación Señor Serrano. Dirección escénica y dramaturgia, Álex Serrano y Pau Palacios. Dirección musical, Javier Ulises Illán. Versión musical, Javier Ulises Illán y Manuel Minguillón. Reconstrucción canto llano, Luis López Morillo. Escenografía y vestuario, Lola Belles. Diseño de luces, Cube.bz. Videoprogramación, David Muñiz. Grafismo, Vicenç Viaplana. Ambientación sonora, Roger Costa Vendrell. Ayudante de dramaturgia y dirección, Carlota Grau. Colaboración coreográfica, Núria Guiu. Producción ejecutiva, Barbara Bloin y Paula S. Viteri. Producción musical, Laura Miguel (Alma Music), Producción delegada y management, Jordi Tort. Director del coro, Andrés Máspero. Ensemble vocal y solistas, Coro Titular del Teatro Real. Ensamble instrumental, Nereydas. Performers: Carlota Grau, Marcel Borràs, Àlex Serrano y David Muñiz