Nació en 1940, es decir, un año antes que él, en Veggiano (Véneto) y debutó en Vercelli con Madama Butterfly en 1966. Fue a partir de 1969 cuando empezó a ganar renombre, a raíz de su participación en Manon Lescaut en el Teatro Regio de Parma, con el que viajó al año siguiente a Berlín. En 1974 se presentó por primera vez en el Teatro alla Scala de Milán con La Bohème y en 1976 llegó al Metropolitan Opera House y al Palais Garnier con La forza del destino, consolidado ya como una gran figura del canto. Entre otros muchos compromisos importantes, se puede señalar que en 1988 cantó en Moscú para Gorbachov y que formó parte de la gran representación de Aida en las pirámides de El Cairo en 1987 y en la inauguración de los Juegos Olímpicos de Seúl en 1988.
Fue desde sus inicios un tenor lírico spinto. Es recordado sobre todo por sus roles en obras de Verdi [Il Trovatore (Manrico), Otello, La forza del destino (Don Álvaro), Aida (Radamés)…] y de Puccini [Madame Butterfly (Pinkerton), Tosca (Cavaradossi), La Fanciulla del West (Dick Johnson), Turandot (Calaf)…]. Poseía una voz de amplio caudal y bello timbre, y era admirado tanto por el público como por sus compañeros. La directora artística de la Arena di Verona, la exsoprano Cecilia Gasdia, ha declarado: “Giuseppe Giacomini ha sido una de las voces más extraordinarias que jamás he escuchado en vivo, e igual de extraordinario era él como persona (···) Apenas empezaba a cantar conquistaba al público con su voz única, pero en el corazón cultivaba la humildad de los grandes artistas”. Además ha anunciado que será homenajeado en una de las citas del Festival de este año.
Se retiró de los escenarios operísticos en el año 2000, habiendo cosechado importantes galardones como el Viotti de Oro o el título de Kammersänger de la Staatsoper de Viena.
Redacción de OW – Fallece Giuseppe Giacomini