Festival de Cartagena de Indias

Daniel Fernández

Como si fueran pocas las razones para visitar a Cartagena de Indias, la capital del realismo mágico, el Festival Internacional de Música, ahora en su octava edición, se ha propuesto poner bien alto el nombre de esta bella ciudad caribenya en el mundo de la música.

Con el titulo de Fabulas. La narracion fantanstica en la musica del siglo XX, el Festival ha elaborado un programa muy variado que incluye obras que van de Ravel a Poulenc y de Rossini a Stravinsky. Ademas, no solo ha traído grandes figuras internacionales como el famoso dúo de pianistas que integran las hermanas Katia y Marielle Labeque; los hermanos Assad, queridisimos guitarristas de Brasil, el cuarteto Borodin, de Rusia, y la impecable Orquesta de Cámara Orpheus, de Estados Unidos, sino que por primera vez incluye una opera, nada menos que la deliciosa Cenerentola, de Rossini, lo cual hace el espectáculo atractivo para un publico de todas las edades.

Para esta opera se han hecho ajustes en el bello teatro Adolfo Mejia (antes Heredia), pues el foso de la orquesta no se había usado desde hacia décadas. La belleza de este teatro es una de las muchas atracciones del Festival. Replica del Teatro Tacón de La Habana, que en su momento era el mas avanzado de la región, el Mejía es ahora un orgullo de la ciudad y un verdadero gustazo para todo el que quiera palpar la atmósfera de los teatros operísticos del XIX de este lado del Atlántico.

Los conciertos en la Plaza de San Pedro Claver (retransmitidos en vivo a la Plaza de la Gobernación, para los que no alcancen asientos en la de San Pedro Claver) son una experiencia única, pues el visitante puede compartir codo a codo con los costenyos que disfrutan tanto de la música clásica como de los diferentes estilos populares que coinciden en esta ciudad palpitante que en la época colonial fuera el corazón de El Caribe.

Hasta ahora he podido disfrutar de conciertos inolvidables, como el de las hermanas Labeque en el Mejía, en el concierto de Poulenc con la Orquesta Orpheus, y luego su presentación en la Capilla del Sofitel Legend Santa Clara, donde ofrecieron un muy original Carnaval de los Animales, acompañadas por el clarinetista Gabriele Mirabbasi, Cristian Guerrero en la flauta, Mario Criales en el bajo, Guillermo Ospina en la percusión y el cuarteto de cuerdas Manolov. Aqui estos músicos excelentes se dieron gusto con la obra de Saint Saens. Las distintas partes solistas eran aplaudidas por el resto de la orquesta y las pianistas, creando una atmósfera muy divertida y especial que fue muy aplaudida por el publico.

De igual manera, fue un gran placer disfrutar de esos grandes artistas que son los hermanos Assad, en el Auditorio Getsemani. En su conversatorio con la prensa ofrecieron interesantes perspectivas sobre su trabajo, sus proyectos, y como ellos ven el futuro de la guitarra en el mundo clásico y popular. Imperdible.

Un momento histórico de especial belleza, también en el Getsemani, fue el concierto Del Amor: Un encuentro entre la poesía y el tango, con el gran poeta cartagenero Juan Manuel Roca, que iba leyendo los poemas de su tocayo, el maestro Juan Gelman, mientras intercalaba pasajes de tango y música portenya el trío integrado por Armando de la Vega en la guitarra, Sergio Rivas en el contrabajo y el legendario Rodolfo Mederos con su inefable bandoneon. La magia de lo irrepetible se hizo sentir en el solo final de Mederos. De Buenos Aires a Cartagena en un solo aliento musical. Inolvidable.

Momentos muy especiales también los conciertos de El Festival en los Barrios, como el de la Iglesia de Maria Auxiliadora con el Cuarteto de Cuerdas Q-Arte y el Quinteto Amarcord, que volvimos a disfrutar en un concierto al aire libre en la Capitanía del Puerto. Gran descubrimiento el Ensemble Agile, verdadera enciclopedia de música colombiana y llanera que deleito a un publico que abarrotaba la Iglesia de Cristo Rey. Impactante el despliegue de virtuosismo de Elvis A. Diaz en la improvisación de pajarillo. Todo un maestro del arpa colombiana a pesar de sus cortos anyos. El concierto de esa manyana contó también con el prestigioso dúo de Laurent Verney, viola y Emmanuel Ceysson en el arpa que, entre otras delicias europeas entregaron una interesante versión de la famosa Sonata en la mayor de Cesar Franck, originalmente para violín y piano.

Aun falta mucho por ver de este Festival que ha ido creciendo con cada anyo, especialmente, el estreno de Cenerentola, que sera esta noche; pero ya lo visto y oido se lo lleva uno grabado en los recuerdos como una experiencia llena de sabor, color y calor (del climático y del humano), sin duda cualidades que abundan en la mágica Cartagena.

Daniel-Fernandez.-Miami

Daniel Fernández