Florencia en el Amazonas. Catán. Washington

Florencia in the Amazon

Kennedy Center, 20 de septiembre de 2014

La Opera Nacional de Washington arrancó su temporada con una apuesta fuera de lo común: una obra en castellano, producto de la creatividad de dos mexicanos, el compositor Daniel Catán y la escritora Marcela Fuentes-Berain. Que centros de lírica de Estados Unidos incorporen a su repertorio Florencia en el Amazonas, ópera estrenada en 1996, no dice tanto acerca de un intento de captar audiencia entre los millones de hispanos que integran la sociedad estadounidense –que también lo hay– como acerca de la solidez de la obra. Florencia en el Amazonas es equilibrada y a la vez sugestiva en la música, y su trama expone bien algunas angustias del corazón que ama: el infructuoso intento de volver atrás en la vida para recuperar un amor que fue tan temprano como auténtico; el miedo a que el cariño a una persona nos ate y limite nuestra libertad, o la soberbia para pedir perdón a quien amamos y que enfría un amor que en realidad persiste, a pesar del paso de los años.

La producción, firmada por Francesca Zambrano, directora artística de la Opera Nacional de Washington, presentó un único decorado para los dos actos: la estructura de un barco de vapor –«El Dorado»–, que girando sobre sí mismo mostraba sus distintas dependencias y niveles. Un vídeo proyectado sobre el fondo del escenario iba dejando detrás vegetación propia de las riberas del Amazonas, indicando así el avance del vapor.

Florencia in the Amazon

El barco subía corriente arriba hacia Manaus, donde los pasajeros querían asistir a una ópera interpretada por Florencia Grimaldi (Christine Goerke), una soprano de aquellas tierras que regresaba allí después de haber triunfado mundialmente. Entre el pasaje estaba la escritora Rosalba (Andrea Carroll) y el mozo marinero Arcadio (Patrick O’Halloran), quienes, a pesar de enamorarse, inicialmente tendrían miedo de un compromiso que impusiera límites a su autorrealización. También iba una pareja con ciertos años de matrimonio –Alvaro (Michael Todd Simpson) y Paula (Nancy Fabiola Herrera)–, absorbida en continuos reproches mutuos. Asimismo, escondiendo su identidad, se había embarcado la propia Florencia Grimaldi, que volvía a Manaus queriendo encontrar el joven del que un día se enamoró y abandonó por su deseo de triunfar en los escenarios. Sobre «El Dorado» iban también su capitán (David Pittsinger) y Ríolobo (Norman Garrett), un personaje en parte tripulación y en parte espíritu del río Amazonas.

Florencia in the Amazon

Aunque tardó alcanzar la tensión interior que exigía su papel protagonista, Goerke mostró por qué en estos momentos se la considera la más destacada soprano dramática de Estados Unidos. También brilló la soprano Carroll, especialmente en sus arias con el tenor O’Halloran. La mezzo española Nancy Fabiola Herrera, el único intérprete no estadounidense del reparto, tuvo un buen debut en Washington. Vocalmente la obra cojeó ligeramente en la periferia del cuadro de actores centrales: el barítono Garrett no redondeó la robustez que se esperaría del espíritu del Amazonas, y porque a Pittsinger le faltó la autoridad vocal de un capitán de navío.

La música de Daniel Catán, fallecido inesperadamente hace dos años, sonó acertadamente en sus elementos evocadores del trópico de la mano de Carolyn Kuan, quien se estrenaba al frente de la orquesta de la Opera Nacional de Washington. La danza de varios bailarines, como nativos del Amazonas o seres del río, remarcó esas evocaciones, en un deseo de presentar ingredientes mágicos propios de Gabriel García Márquez. De todos modos, la afirmación en el cartel de Florencia en el Amazonas de que está inspirada en obras del gran escritor colombiano parece una excesivo reclamo publicitario.

 Florencia in the Amazon

Ríolobo: Norman Garrett

Rosalba: Andrea Carroll

Paula: Nancy Fabiola Herrera

Alvaro: Michael Todd Simpson

Capitán: David Pittsinger

Florencia: Christine Goerke

Arcadio: Patrick O’Halloran

 

Conductor: Carolyn Kuan

Director: Francesca Zambello

Decorado: Robert Israel

Vestuario: Catherine Zuber

Coreografía: Eric Sean Fogel

 

Emili J. Blasco

Fotos: Scott Suchman