Este disco del sello Naxos (Guitar Double Concertos) evidencia que hay vida más allá del Concierto de Aranjuez de Joaquín Rodrigo, pues lo integran tres primeras grabaciones de conciertos para guitarra debidos a compositores contemporáneos como David del Puerto, Antón García Abril y Javier López de Guereña. El trabajo discográfico, que nos presenta una interesante muestra de la creación actual para el instrumento español por antonomasia, cuenta con el protagonismo de un guitarrista tan comprometido con la música de hoy como es Miguel Trápaga junto a la orquesta Oviedo Filarmonía dirigida por Óliver Díaz, actual director musical del Teatro de la Zarzuela.
De entrada, llama la atención la combinación instrumental de dos de las obras. Por un lado, Mistral de David del Puerto, una obra de 2011 para guitarra, acordeón y orquesta que es toda una exploración libre de sonoridades y ritmos más que un concierto en sentido estricto. De otro lado, el Concierto ecuánime de López de Guereña, que en 2017 concibe la combinación de la guitarra con el vibráfono en una obra que destaca por su acusado componente tímbrico y cuyo eclecticismo salpicado de lenguaje vanguardista no le hace sustraerse a incluir pinceladas de lirismo orquestal en su segundo movimiento. Pero quizá la obra más atractiva del compacto es el Concierto de Gibralfaro de 2003, un hermoso tríptico para dos guitarras y orquesta del veterano maestro Antón García Abril, que sigue la gran tradición concertística en una partitura embriagadoramente melódica y profundamente evocadora que hace uso de los ritmos de la música popular española, como la malagueña o el pasodoble conclusivo, que es todo un tributo declarado a la tauromaquia de Pablo Picasso. A la encomiable labor de Trápaga y el rendimiento de la Oviedo Filarmonía bajo la batuta de Díaz, se une en la obra de García Abril la guitarra de la joven Teresa Folgueira, mientras que Ángel Luis Castaño y Fernando Arias empuñan acordeón y vibráfono, respectivamente, en las otras dos creaciones.
Germán García Tomás