Homenaje a John Williams y la música de cine en Granada

Homenaje a John Williams y la música de cine en Granada
Homenaje a John Williams y la música de cine en Granada

En el auditorio del Centro Manuel de Falla de Granada, se ha puesto un broche de oro musical al retroback, con una actuaciòn de la Orquesta Ciudad de Granadea, dirigida por el joven y entusiasta Arturo Díez Boscovich, interpretando un programa de música cinematográfica, programa en el que el nombre de John Williams adquiría un gran protagonismo, constituyendo la columna vertebral de dicho programa donde también figuraban nombres como los de Dimitri TiomkinFermo Dante Marchetti, James Horner y el propio Arturo Diez Boscovich

Ante tan atractivo programa no es extraño que el auditorio registrase una gran entrada pese a ser la tarde del viernes 26 de febrero, una tarde fria y lluviosa que hacía poco apetecible la idea de salir de casa y encaminarse hasta la colina de la Alhambra para asistir al evento musical. Sin embargo, el interés que despertaba el programa, la actuación de la orquesta granadina que contaba con la colaboración de alumnos de la Joven Academia Instrumental, y la presencia en el podio de un joven y muy solvente director- Diez Boscovich- hizo que el público se animara y casi llenara las dos salas. Público eminentemente juvenil y muy entusiasta, capaz de recibir con un especial alborozo la belleza de unas partituras muy conocidas y que cobraban una nueva dimensión gracias al acierto de los intérpretes.

Un programa que se iniciaba de forma brillante con la suite para orquesta de Star Wars, de Williams. Inicio triunfal donde la majestuosidad de la orquestaciòn con abundante y bien tratado protagonismo del metal se alterna con otros momentos más líricos a cargo de la cuerda y plenos de una intensidad melódica perfectamente resuelta. Es admirable comprobar esa alternancia entre la ya aludida brillantez del tema principal y la delicadeza plena de encantado del tema de la Princesa Leia, o el también muy melódico tema de Yoda, en abierto contraste con otros momentos donde la majestuosidad y la brillantez orquestal se imponen, tal y como ocurre con la Marcha imperial o el tema de la Sala del Trono. En todo momento Díez Boscovich ha llevado con muy buen pulso a la orquesta, le ha insuflado su capacidad de recrear los momentos escritos por el compositor, de dotar a la interpretación de toda su grandeza. Una excelente impresión que se vió confirmada con la buena versión del tema de E.T. el extraterrestre, también de Williams, tema evocador de tan buenos momentos cinematográficos como parecía hacer revivir el simpático habitante de otros planetas.

Y una segunda parte con homenaje a otros nombres también muy interesantes en la historia de la música de cine y con un final apoteósico donde otra vez brillaba el nombre de Williams, a través de sus conocidísimas Superman e Indiana Jones.Pero antes el homenaje a Tiomkin, con un título de culto como es Sólo ante el peligro, o la siempre romántica nostalgia del vals de Fascinación, de Marchetti y los temas de James Horner. Y nos llamó especialmente la atención la bellísima e interesante partitura de la breve suite Fuga, del propio Díez.

En todo momento la orquesta estuvo muy bien conducida por el joven y eficaz director malagueño, Arturo Díez Boscovichque supo poner toda su capacidad musical, toda su capacidad creativa desde el podio, al servicio de estas partituras tan brillantes y tan conocideas. Nos ha gustado como director por su seguridad, por su entusiasmo, por su implicación, y porque ha sabido tener en cuenta los mejores equilibros sonoros para dotar a las partituras de su máxima capacidad expresiva, creadoras de una gran belleza. Y nos ha gustado como compositor porque la breve muestra de su inspiración creadora ha llamado la atención por su perfecto acabado siendo recibida con verdadera satisfacción por el público granadino, público que se lo pasó en grande en una noche agradabilísima saboreando estas obras, estas páginas inmortales del cine que ha llenado una buena parte de nuestras vidas.

José Antonio Lacárcel