El equipo artístico de El ocaso de los dioses, en la última función de la ópera en el Teatro Real, que tuvo lugar ayer domingo, envolvió el cadáver de Siegfried en la bandera de Ucrania como un acto simbólico de homenaje a las víctimas de la guerra que asola este país. Concluye así el visionario y desolador El anillo del nibelungo, concebido por Robert Carsen y Patrick Kinmonth, que coloca al hombre frente a su propio camino de autodestrucción. homenaje Ucrania Teatro Real

De esta última entrega de la tetralogía en el Teatro Real se han ofrecido nueve funciones entre el 26 de enero y el 27 de febrero de 2022. Las palabras con las que María Pardo, colaboradora de Opera World, cerraba su crítica de esta producción de El ocaso de los dioses, publicada el pasado 30 de enero, cobran hoy un significado inesperado e inquietante al hilo de los últimos y desgarradores acontecimientos en pleno corazón de Europa: “Sus personajes nos enseñan que tienen la muerte que ellos mismos se han ido preparando con las elecciones que han tomado en su vida y que la ausencia de amor y compasión conduce al oscurecimiento del alma y al final de la humanidad. Acaba el ciclo de los dioses y comienza el de los humanos, pero el resultado no será la aparición de una humanidad nueva, sino de un mundo nuevo: nuevo tablero, nuevos jugadores, nuevas normas de juego”.
Más música y menos guerras. El equipo de Opera World se une al Teatro Real para expresar su solidaridad con las víctimas de Ucrania y de todos los conflictos armados que asolan el planeta.
Redacción OW homenaje Ucrania Teatro Real