El Met programa el Idomeneo de Jean-Pierre Ponnelle por enésima vez «Idomeneo MET Nueva York
Por Carlos Javier López Sánchez
Con la llegada del otoño se inicia una nueva temporada de ópera en Nueva York. Si la anterior contó con la emoción de retomar la actividad tras el parón epidémico, se espera que la presente sea quizás la consolidación de la compañía metropolitana como el mayor referente de la lírica en el continente americano. «
Entre los títulos que David Gelb, director artístico del Met Opera, propone para abrir el ciclo – Medea, Lady Macbeth de Mtsenks e Idomeneo – compartimos aquí la crónica de la ópera de Mozart, sin duda una gran ocasión para testar el pulso vocal del Met. Mozart es un compositor recurrente en Nueva York, muy representado en las últimas temporadas, pese al desinterés indisimulado del público de la Gran Manzana por las óperas del genio de Salzburgo. No anima tampoco la taquilla la reposición de la vetusta producción de 1981 de Jean-Pierre Ponnelle que, si bien se ajusta como un guante a los estándares de la ópera seria, ha perdido vigencia y vigor, y aparece inane, apolillada, y hoy resulta poco más que una caricatura de cartón-piedra. «Idomeneo MET Nueva York
El papel de Idomeneo recayó en manos de Michael Spyres, que interpretó al atormentado rey de Creta de manera creíble y honesta. La voz de Spyres no tiene la belleza y los armónicos de otros tenores que le antecedieron en este mismo papel (Pavarotti, Heppner, Domingo, o el propio Polenzani). Sin embargo, sus indudables entrega y energía, el control del fiato, la elegancia del legato y el peso de un chorro vocal ancho y de resonancias metálicas estuvieron a la altura del regio personaje. Spyres no fue ajeno a algunos defectos como el apoyo espurio en la nariz, la tendencia a cubrir o afalsetar el agudo, o la vacilante afinación en los pasajes más comprometidos de su aria «Fuor del mar». No obstante, su Idomeneo dejó buen sabor de boca, lo que da cuenta de la calidad del artista. «
Idomeneo MET Nueva York
La mezzo Kate Lindsey fue un gran Idamante. Formada en la cantera del Met, la cantante de Virginia combina con éxito la belleza tímbrica con una proyección sencilla y natural, que vuela gracias a un incontestable manejo de la respiración. Todas sus intervenciones contaron con una atractiva combinación de jugosidad poética y profundidad actoral. Idamante es un guerrero enamorado, palanca de cambio social en una ópera seria destinada, en teoría, a mayor gloria del «Ancien Régime». Por eso el Idamante idealista que propone Lindsey, valiente incluso frente a los dioses, con su humanismo radical y desgarrador, resulta tan efectivo como inspirador. Bien por ella. La soprano italiana Federica Lombardi fue Elettra, la rival de Ilia por el amor de Idamante. Precisa en las agilidades, sacó partido de su bello instrumento, de un tamaño considerable y bien proyectado. Su línea de canto contaba con la tersura y el terciopelo adecuado en el canto legato y los recitativos, mientras que en los momentos más dramáticos supo mantenerse expresiva, musical y en estilo. Su escena de la locura fue una lección de vocalidad mozartiana y buen hacer actoral.
Por su parte, la soprano Ying Fang cantó una Ilia llena de ternura y fragilidad. Con un sonido atractivo y musical, la cantante china clavó la afinación y supo pegar su canto a la línea orquestal para crear momentos de gran calidad lírica. En su debe podríamos contar un perfil actoral más pasivo que el resto de sus compañeros. Al final de la ópera, Illia se interpone entre Idamante y la estocada mortal de Idomeneo. En el caso de Fang, este acto de desprendidos amor y heroísmo aparece desconectado del resto de su interpretación. No se entiende del todo cómo la apocada y sumisa Ilia de Fang decide de repente enfrentarse al designio de los dioses para salvar a su enamorado… si bien esta sorpresa puede incluso tener su aquel como recurso teatral. Paolo Fanale fue un sólido Arbace pese una línea algo esforzada; mientras que el sumo sacerdote de Issachah Savage fue aplaudido más por la prestancia de su voz que por lo acertado de su apuesta actoral. «Id
Al mando de todos ellos estuvo la sabia batuta de Manfred Honeck. El maestro austriaco supo poner orden con mano firme y gestos precisos, ayudar a los solistas en sus arias y encauzar la voluptuosidad del siempre lujoso coro de Donald Palumbo. El resultado fue un sonido orquestal estimulante y al servicio de las voces, clave en el éxito del espectáculo, y justamente celebrado por el público del Met. Por todo ello, y a la espera del resto de estrenos de octubre, el Met comienza la temporada con buen pie y parece seguir contando con acceso a elencos de gran nivel que, si bien renuncian a aspirar a la gloria de otros tiempos, aun pueden mantener el interés musical necesario para obviar el aburrimiento de una puesta en escena que ya ha visto demasiado.
Metropolitan Opera de Nueva York, a 6 de octubre de 2022. Idomeneo, re di Creta, ópera seria en tres actos con música de Wolfgang Amadeus Mozart y libreto en italiano de Giambattista Varesco.
Dirección Musical: Manfred Honeck. Orquesta y coro de la Metropolitan Opera (director del coro: Donald Palumbo). Producción: Jean-Pierre Ponnelle, Diseño escénico y figurines: Jean-Pierre Ponnelle, Iluminación: Gil Wechsler, dirección de revival: Daniel Rigazzi.
Reparto: Ying Fang (Ilia), Kate Lindsey (Idamante), Federica Lombardi (Electra), Paolo Fanale (Arbace), Michael Spyres (Idomeneo), Issachah Savage (Sumo sacerdote), Scott Conner (Voz de Neptuno).
Continuo: Kari Jane Doctor (Cello), Dimitri Dover (Fortepiano).