Teatro Real de Madrid. 26 Septiembre 2013.
Estas representaciones del Barbero de Sevilla han contado con dos repartos. Si el primero se movió por cauces de mediocridad, lo mismo ha ocurrido con el segundo. En este caso la novedad ha estado en ofrecer la versión que Rossini hiciera para soprano, como ocurriera en el año 2005, aunque en esta ocasión se ha cortado el aria Ah, se è ver che in tal momento procedente de la ópera Sigismondo, que Rossini insertara para la soprano Josephine Fodor-Mainville. Sigo creyendo que prefiero mucho más la versión tradicional de mezzo soprano y que la alternativa de soprano no se justifica sino con una cantante excepcional, lo que no es el caso que ahora nos ocupa.
Sobre la producción de Emilio Sagi no diré sino que los artistas decidieron quedarse inmóviles tras el Cessa di piu resistere para evitar que se repitiera la confusión de la noche anterior.
Tomas Hanus volvió a repetir su aseada, correcta y monótona lectura de la ópera.
El barítono rumano Levente Molnar fue el nuevo Fígaro y su actuación fue mucho más convincente que la de Mario Cassi el día anterior. A sus 30 años tiene ya una buena experiencia, siendo su presencia muy habitual en Munich. Su voz es atractiva y homogénea y está bien manejada, contando con suficiente soltura escénica. A diferencia
de lo ocurrido el día anterior, Levente Molnar canta y no vocifera. No es un Fígaro excepcional, pero sí muy solvente.
Levente Molnar
La soprano Ana Durlovski fue una escasamente convincente Rosina. Se trata de una soprano muy ligera y con una voz más bien minúscula. Con ese instrumento poco interés puede tener su actuación. No tiene problemas por arriba y anda fácil en agilidades, pero el centro tiene escasa calidad y llega con dificultades a la sala.
José Fardilha y Ana Durlovski
El tenor uruguayo Edgardo Rocha me causó en el Conde Almaviva la misma impresión que hace unos meses en Valencia. Es un tenor ligero, de voz claramente más reducida que la de Dmitry Korchak. Se mueve bien en escena y anda fácil por arriba.
Estuvo bien, sin mayores pretensiones. Tuvo el merito de incluir el rondó final, en el que su coloratura fue un tanto laboriosa.
No acabo de entender la presencia de José Fardilha en el personaje de Doctor Bartolo, como no sea profundizar en los tradicionales lazos de fraternidad hispano-lusa, como se decía en otros tiempos. Mientras tanto Carlos Chausson anda haciendo el otro Doctor Bartolo – el de Nozze di Figaro – en Londres. Fardilha poco tiene que ofrecer en este género para el que no tiene la desenvoltura escénica suficiente. Un Doctor Bartolo un tanto aburrido.
Ana Durlovski, Levente Molnar y Edgardo Rocha
Carlo Lepore repitió como Don Basilio y estuvo de nuevo bien.
Susana Cordón fue nuevamente una estupenda Berta. En esta ocasión le tocó hacer de
mezzo soprano en los concertantes.
Volvió a dejarme una positiva impresión Isaac Galán en la parte de Fiorello.
El Teatro Real estaba prácticamente lleno. El público se mostró algo más calido que el día anterior. En los saludos finales los mayores aplausos fueron para Levente Molnar y Susana Cordón.
La representación comenzó puntualmente y tuvo una duración total de 3 horas y 8 minutos, incluyendo un intermedio. La duración musical fue de 2 horas y 39 minutos. Los aplausos finales se prolongaron durante 5 minutos.
El precio de la localidad más cara era de 213 euros. En los pisos superiores los precios oscilaban entre 179 y 64 euros. La localidad más barata con visibilidad costaba 34 euros.
José M. Irurzun.