IL TROVATORE en Cuenca Por María Pardo
A día de hoy hay que poner en relieve la valentía que tienen las compañías líricas en este país donde se encuentran con interminables problemas de gestión y gastos desproporcionados en contraposición a las exiguas ganancias que obtienen si quieren sacar adelante una producción escénica musical. Muchas veces, los éxitos son debidos al amor a la profesión y la contribución generosa y desinteresada del equipo de personas que las integran más que por el apoyo político-económico-cultural de nuestro estado.
Dicho esto, el pasado jueves 23 de diciembre pudo verse en el Teatro Auditorio de Cuenca “José Luis Perales” una representación de Il Trovatore, una ópera en cuatro actos con música de Giuseppe Verdi y libreto en italiano de Salvatore Cammarano, basada en la obra de teatro El trovador (1836) de Antonio García Gutiérrez. Esta ópera fue estrenada en 1853 en el Teatro Apollo de Roma y forma, junto con Rigoletto y La traviata, la trilogía popular operística que compuso Verdi a mediados de su carrera. IL TROVATORE en Cuenca
Producciones La Folía fue la responsable de que los amantes de la ópera conquenses pudieran asistir a esta impresionante representación en la que imagen y música tienen carácter propio. En el caso de la imagen, Alejandro Contreras es el responsable de la escenografía, la iluminación y el videomapping dando como resultado una estética lóbrega inmersiva que enmarca con proyecciones e iluminación muy acertadas el drama de los anhelos pasionales de la historia que tienen lugar entre Vizcaya y Aragón en el siglo XV.
El concepto y la dirección de escena vienen de la mano de Ignacio García, que ha querido recrear un entorno “gótico contemporáneo” donde la traición y la pasión humanas son el lenguaje de los personajes de este libreto.
Una de las grandes protagonistas de la noche fue la Orquesta Arte Lírica de Castilla-La Mancha que demostró una gran ductilidad a la batuta de su director Bauti Carmena. La orquesta, compuesta por 24 músicos, sonó empastada, ágil, con cuerpo, calidad y aportó fuerza al discurso vocal de los cantantes.
El Coro Quo Pereo, dirigido por José Ángel Treviño, tuvo momentos brillantes como en el famoso “Chi del gitano i giorni abbella?” o el coro de hombres en el “Miserere” del cuarto acto. Las mujeres quedaron en algún momento un poco “desvestidas” vocalmente en el coro de religiosas.
Los cantantes fueron correctos. La partitura es muy compleja y difícil para los cuatro personajes principales, por lo que no está al alcance de cualquier cantante poder ejecutar estos pentagramas verdianos con solvencia. He de decir que todos ellos hicieron un gran trabajo, aunque con algunas diferencias. La otra gran protagonista indiscutible fue la mezzosoprano María Luisa Corbacho en el papel de la gitana Azucena, dotada de una voz grande con un timbre que llenaba el teatro y que arrastraba en ella la venganza que salía como un huracán de su interpretación dramática.
Eduardo Sandoval estaba quizás más preocupado por la parte musical que por la actoral. Con un torrente de voz potente, tanto que en algún momento parecía que iba a desbocarse, pareció estar más cómodo en los dúos con Azucena que aquellos en los que cantaba con Leonora, interpretada por la soprano María Ruiz. Por fortuna, ella también mostró una voz con squillo que conseguía llenar la sala. Destacable su interpretación en el cuarto acto y, en especial, del aria “D’amor sull’ali rosee”. Impecable vocalmente y con un color definido y gallardo, el barítono Javier Galán dio vida al obsesionado Conde de Luna, aunque le faltó fuerza a su propuesta dramática. “Il balen del suo sorriso”, con el final adaptado a su vocalidad elegante, fue intachable. El bajo Antonio Alonso en el rol de Ferrando, la soprano Alicia Hervás en el de Inés y el tenor José Ángel Treviño como Ruiz cumplieron con diligencia y nobleza en sus intervenciones.
El público conquense aplaudió con entusiasmo y esto demuestra, una vez más, que la ópera debe estar presente en las programaciones de las capitales de provincia y de las ciudades donde existan las condiciones técnicas mínimas necesarias para acogerla.
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Teatro-Auditorio (Cuenca), 23 de diciembre de 2021. Eduardo Sandoval (Manrico), María Ruiz (Leonora), María Luisa Corbacho (Azucena), Javier Galán (Conde de Luna), Antonio Alonso (Ferrando), Alicia Hervás (Inés) y José Ángel Treviño (Ruiz). DIRECCIÓN DE ESCENA: Ignacio García, DIRECCIÓN MUSICAL: Bauti Carmena, AYUDANTE DE DIRECCIÓN: Ana Tébar, DIRECTOR DEL CORO: José Ángel Treviño, ESCENÓGRAFO, ILUMINACIÓN Y VIDEOMAPPING: Alejandro Contreras, VESTUARIO: Ana Ramos y Mariana Mara, MAQUILLAJE Y PELUQUERÍA: Ana Ramírez, JEFE TÉCNICO: Francisco Hernández, REGIDURÍA: Ana Tébar. CORO QUO PEREO,
ORQUESTA ARTE LÍRICA DE CASTILLA-LA MANCHA
