Ildar Abdrazakov viste de Rusia al Teatro alla Scala en su recital

Ildar Abdrazakov Teatro alla Scala Por Bernardo Gaitán

Entre las muchas ventajas que representa para los citadinos de una metrópoli como Milán es tener uno de los teatros más importantes del mundo, como es el Teatro alla Scala, está la cuidadísima programación en los recitales.  Un teatro de estas dimensiones puede permitirse traer –cada vez más frecuentemente– a grandes luminarias internacionales del panorama operístico a interpretar repertorio tradicional de sus respectivos lugares de origen. Oír a Erwin Schrott cantando tango, a Jonas Kaufmann interpretando Lieder o a Ildar Abdrazakov ofreciendo un programa solo ruso, como dice una famosa publicidad: no tiene precio.

La noche del 20 de diciembre salió al escenario el bajo Ildar Abdrazakov, acompañado de su pianista de cabecera en el teatro, la georgiana Mzia Bachtouridze. Se trató de la reposición del evento que debió haberse realizado el 12 de noviembre y que a causa de una indisposición del cantante ruso se tuvo que posponer.

El bajo Ildar Abdrazakov   (c) Marco Brescia & Rudy Amisano

Tras una calurosa recepción, comenzó un ciclo  nombrado por el teatro como ‘Rusia a la deriva’, un compendio de 12 piezas breves del compositor soviético Georgi Sviridov (1915-1998) sobre escritos de Sergei Esenin. Abdrazakov conoce bien el estilo ruso y particularmente el de Sviridov, pues aprovechó todas sus cualidades vocales para explotar al máximo el repertorio; que dicho sea de paso, la abundante cantidad de rusos en el teatro apreció y celebró.  Ildar Abdrazakov Teatro alla Scala

Tras una pausa de veinte minutos, echó toda la carne al asador con otro slot de 8 piezas, pero ahora de Modest Musorgski. Y para culminar, abordó ‘La muerte de Boris Godunov’ de la obra maestra de Musorgski. Aquí, la conexión con Bachtouridze fue abrumadora, ambos artistas fundieron su talento y conocimientos en una muy sincera interpretación. Hicieron reír al público con la chispeante Canción de la pulga, le hicieron suspirar con La noche y arrebataron aplausos con el apoteótico final  Gopak.

Mención aparte requiere ‘La muerte de Boris’. Sin atril delante, Abdrazakov demostró que el del zar es un rol que conoce bien y sobre todo que disfruta interpretar. La capacidad histriónica del bajo la hizo una versión particular. Dejando la técnica de lado, para conmover y transmitir una escena como está, se debe comprender y vivir el momento histórico y literario. Ildar Abdrazakov Teatro alla Scala

Vocalmente, Abdrazakov cumple y por momentos con creces. Su registro grave es sonoro, terso y normalmente afinado, salvo algunos momentos en las notas profundas, mientras que sus agudos son potentes y eventualmente engolados. Su registro central es robusto y elegante, su legato está siempre presente y su fiato es largo. El variado repertorio del programa evidenció positivamente estas características.

Teatro alla Scala – Mzia Bachtouridze y Ildar Abdrazakov en el recital ‘Rusia a la deriva’  (c) Marco Brescia & Rudy Amisano

Por otra parte, el teclado de Bachtouridze es siempre preciso y lleno de colores. Su indiscutible trayectoria como acompañante decisivamente trasciende en el escenario. Siempre al servicio y requerimiento de su cantante para esperarlo en las cadencias, nunca cubrirlo en volumen y ajustar la velocidad de los finales para terminar junto a él: esas son las características básicas que cualquier pianista acompañante debe tener y la georgiana demuestra con maestría que las tiene. Un brillante y virtuoso final en ‘Gopak’ de Musorgski y otro contenido pero muy emotivo en la muerte de Boris la confirman como una de las mejores en su rubro. Ildar Abdrazakov Teatro alla Scala

Como la tradición manda, una vez terminada la parte oficialmente anunciada en el programa, comenzó el tiempo de los encores. Siguiendo siempre en el mood ruso, ofrecieron Aguas primaverales op.14 nº. 11 de Sergei Rachmaninov y una de las Doce melodías persas de Anton Rubinstein donde Abdrazakov en la parte final demostró el poder de su fiato, echándose finalmente al público a la bolsa.

Como segunda parte de los encores regaló algunas piezas italianas, las mismas de hace un par de años: primero ‘Infelice! E tuo credevi’ del Ernani de Giuseppe Verdi y a continuación el aria ‘La calunnia è un venticello’ del Barbero de Sevilla de Gioacchino Rossini. Tras un recital como solista de casi dos horas de duración, habiendo cantado un día antes y en medio de las funciones del Macbeth donde encarna a Banco, su voz estaba evidentemente cansada, de modo que la parte operística se convirtió en una cereza amarga en medio de la dulzura del resto del recital.

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Teatro alla Scala – Recital de Ildar Abdrazakov, bajo. Mzia Bachtouridze, piano. 20 de diciembre de 2021, Milán. Opera World