Invierno operístico en Buenos Aires

Invierno operístico en Buenos Aires

Invierno operístico en Buenos Aires

A muchos kilómetros de Madrid, Buenos Aires ha entrado ya en el invierno. La temporada de ópera en nuestro Teatro Colón se desarrolla con normalidad y avanza. “Adriana Lecouvreur”, “La prohibición de amar” y “Julio César” son las obras dadas en estos primeros meses de 2017.   En  julio, “El caballero de la rosa”, de Strauss  estuvo en cartel y luego dio paso a “Caída de la ciudad de Mahagonny” de Kurt Weill. En setiembre, “La traviata” calmará las ansias de los amantes del “bel canto”.

En las óperas dadas hasta hoy, los cantantes argentinos han compartido el elenco con otros colegas extranjeros. Quizás, por una generosa disposición hacia ellos, los nacionales han  quedado como en un segundo plano. Sin embargo y afortunadamente, se da paso a los argentinos para cantar dos de las seis funciones programadas de cada ópera. De esta manera los nuestros aparecen ocupando papeles importantes en las obras hasta ahora representadas.

Hice mención en otra nota al Instituto Superior de Arte del Teatro Colón. Lo considero como una verdadera institución de altos estudios. En el Instituto se han formado excelentes cantantes que pueden -no lo dudo- asumir los personajes más variados. Los años que han pasado formándose, les dan ocasión de cantar en un pie de igualdad con los extranjeros. Respeto al Instituto del Colón que  me merece una calificación de “sobresaliente”.  

En un principio se anunció que “La traviata” traería a estas playas a la cineasta italiana Sofía Coppola y al diseñador Valentino.Más tarde, un comunicado informó un  cambio  con  la contratación de la escenografía de Franco Zeffirelli.

Plácido Domingo comentó recientemente que en la ópera “se hacen barbaridades”. Lleva toda la razón y sus dichos fueron conocidos después de su actuación en “La traviata” de Hamburgo.Personalmente opino que la puesta de Zeffirelli gustará mucho.  Dicen que es “vieja” porque se presentó hace treinta y cinco años. A la pobre “Traviata” le han hecho de todo. Cuando se confunde interpretación musical  con el tiempo en el cual se pone en  escena, se produce un dualismo difícil de llevar adelante.

“La traviata” es una ópera que goza del afecto y el cariño nuestro. En el Colón encarnaron a Violetta las más grandes cantantes. Rosina Storchio, María Barrientos, Amelia Galli Curci, Claudia Muzio, Elvira de Hidalgo, Gilda dalla Rizza, Delia Rigal, Blanca Rosa Baigorri, Bidú Sayao, Joan Sutherland, son algunos nombres.  Beniamino Gigli y Leonard Warren cantaron junto  a Delia Rigal y también Tito Schippa dejó huella.

El Colón ha programado dos funciones de cada ópera con un elenco alternativo. “La traviata” será cantada por las sopranos Ermonela Jaho y Jaquelina Livieri . Se conocen los méritos de la primera pero también honran a la segunda el haber acompañado a José Carreras en su gira de despedida.  Liviere se formó en el Instituto Superior de Arte del Teatro Colón y ha cantado en las principales salas de Europa y América.

Saimir Pirgu, albanés como Ermonela Jaho, será Alfredo Germont. Aquí se encontrará con Darío Schmunck, un tenor argentino  de fuste. No se formó en el Colón sino en Europa y tiene como la mejor carta de presentación, el haber cantado ”La traviata” en La Fenice de Venecia.

En fin. Me parece que habrá  un verdadero duelo de cantantes. No estarán los vestidos de Valentino ni las escaleras de Cóppola para que se luzcan. Volveremos a escuchar y a ver una Traviata al uso “antico” que a todos gustará.

Roberto Sebastián Cava