El Centro Nacional de Difusión Musical (CNDM) tiene una variada programación en diferentes salas de Madrid y presencia en otras ciudades en coproducciones con festivales. El ciclo “Universo Barroco” es quizá el más popular de todos los que promueve y este año arranca con la presencia, ayer, del contratenor polaco Jakub Józef Orliński y la agrupación, también polaca, Il Giardino d’Amore comandada por el destacado violinista Stefan Plewniak. Ambos artistas han protagonizado una batalla entre voz e instrumento con la música de Vivaldi y Händel. Orliński entre héroes
Orliński se ha posicionado, en poco menos de 3 años, como uno de los contratenores de mayor fulgor en el panorama internacional. Y este vertiginoso ascenso inició, aparentemente, con un video de France Musique que hoy tiene más de 6 millones de visitas en Youtube, en el que vemos a un joven tan guapo como desaliñado cantando el aria “Vedrò con mio diletto”, acompañado por un pianista (Alphonse Cémin) en chanclas. La historia del video, realizado en Aix-en-Provence en el verano de 2017, es ampliamente conocida por los fans del contratenor y es el “a star is born” para la mayoría de estos jóvenes que quizá ignoran el enorme y constante esfuerzo del cantante polaco antes de poder llegar a formar parte del elenco en la ópera Erismena, de Francesco Cavalli, que aquel verano se representaba en el famoso festival de la ciudad gala. Lo cierto es que después de ese vídeo, Jakub Józef Orliński (Varsovia, 1990) obtuvo un contrato con la discográfica Erato, del grupo Warner Classics, y con relativa rapidez ha lanzado dos grabaciones en solitario (Anima Sacra, Facce d’Amore ) y ha participado en la grabación de Agrippina dentro de un elenco de estrellas (DiDonato, Fagioli, Pisaroni, etc.), además de otro álbum con la soprano Natalia Kawałek (Enemies in love), acompañados por Il Giardino d’Amore y Plewniak, bajo el sello polaco Ëvoe.
El fenómeno Orliński es producto de la vida contemporánea. Es un joven guapo, muy guapo, como también lo fueron varios de sus colegas de cuerda cuando irrumpieron en los teatro líricos y la discografía, como Jochen Kowalski (1954), David Daniels (1966), Xavier Sabata (1976) y David Hansen (1981), por mencionar a algunos de diferentes generaciones. Pero ninguno de ellos tuvo el mundo digital tan a la mano como este joven polaco que a sus 30 años, cumplidos el mes pasado, maneja las redes sociales con desparpajo logrando atraer a la música barroca a un público nunca antes explorado. Orliński es de la generación millennial, con diversos intereses y pocos reparos a la hora de mostrarlos ante los ojos de cientos de miles de seguidores. Su imagen de skater no es solo imagen, él ha participado en concursos de break dance y forma parte del grupo Skill Fanatikz Crew, sus shootings de modelo cosechan miles de seguidores ly allá donde pasa cautiva por su frescura, como recientemente sucedió en la desternillante entrevista del programa de televisión La Resistencia. Muchos de los que vieron ese programa jamás habían escuchado a un contratenor y terminaron en el bolsillo del cantante polaco.
En la sala sinfónica del Auditorio Nacional, con aforo de pandemia al completo, había mucha caras nuevas y gente joven. Ya el aplauso que recibió el contratenor al comparecer en el escenario, mientras los músicos finalizaban la sinfonía de la ópera L’Olimpiade de Vivaldi, estuvo más en la línea de las dedicadas a cantantes pop o a voces líricas de leyenda. Sonriente, gracioso y muy atractivo visualmente, es fácil entender que Orliński rompe con la imagen preestablecida de rigidez contra la que lucha la lírica desde hace varios lustros.
Su primera intervención fue con el aria “A dispetto d’un volto ingrato” de la ópera Tamerlano de Händel, y a pesar de hacerlo sin brillantez y con no pocos tropiezos en la agilidades, al finalizarla tuvo una gran ovación. Supongo que eso le relajó y en todas sus demás intervenciones fue creciendo, hasta finalizar con una muy buena interpretación de “Agitato da fiere tempeste” de la ópera Riccardo I, Re d’Inghilterra, también de Händel. Su voz es clara y de texturas agradables al oído, bien timbrada y rica en armónicos, que adereza con una musicalidad sobresaliente y un inteligente uso de los reguladores. Parece más cómodo en las piezas poco ornamentadas y saca mucho partido expresivo de las frases largas. Así sucedió con “Sento in seno” de la ópera Il Giustino de Vivaldi, durante la cual él y los músicos terminaron sentados en el escenario. También adepto a los efectos teatrales es Stefan Plewniak, violinista, fundador y director del conjunto Il Giardino d’Amore. El concierto se tituló Eroi. Battaglia tra lo strumento e la voce y era evidente que la batalla Plewniak- Orliński daba para muchos aplausos y que los héroes eran los compositores Händel y Vivaldi.
Plewniak hizo gala de su virtuosismo como violinista pero sus zapatazos no siempre lograron crear conjunto. Como propinas tuvimos, de parte de los instrumentistas, un movimiento de «Las Cuatro Estaciones» vivaldianas y Orliński remató con el aria “Vedrò con mio diletto”, aquella que según la leyenda le catapultó a la fama, y ante el tamaño de la ovación interpretó una parte de “Dove sei” de Rodelinda de Händel.
Jakub Józef Orliński no es solo producto de su fuerza mediática. En el escenario muestra carisma, ambición y talento artístico que, sumado al poder de las redes sociales que pueden traducirse en ventas en las plataformas online, lo convierten en un cantante lírico muy particular.
Madrid, 17 de enero de 2021. Auditorio Nacional de Música. Ciclo «Universo Barroco». Jakub Józef Orliński, contratenor. Il Giardino d’Amore. Stefan Plewniak, director. Eroi. Battaglia tra lo strumento e la voce.