José Menor: unas Goyescas de ensueño

 

José Menor: unas Goyescas de ensueño
José Menor: unas Goyescas de ensueño

El joven pianista catalán José Menor presenta su debut discográfico con esta grabación para Ibs Classical de la suite Goyescas de Enrique Granados coincidiendo con el 150 aniversario de su nacimiento. El propio intérprete explica su acercamiento personal a la obra cumbre del músico leridano en las profusas notas que acompañan al compacto, donde realiza un acercamiento musicológico a la suite y justifica su interpretación basándose en las fuentes originales consultadas, ahondando entre manuscritos y facsímiles de la partitura.

Unos comentarios que enriquecen la experiencia del oyente y que le ayudan a comprender en mayor profundidad una obra tan genial como poliédrica en la literatura pianística española. En este sentido, sumamente interesante y atinada es la visión que Menor aporta de la obra como ciclo en sí mismo y la relación que posee con el drama musical wagneriano, sobre todo a medida que nos vamos acercando a los números finales, donde la deformación tonal y el profuso cromatismo son los vehículos de expresión, frente al más suntuoso y ornamentado folclore de las primeras piezas.

Es la de José Menor una severa lectura de estas seis piezas, muy madura a nivel técnico, que evidencia la completa asimilación del profundo universo sonoro de Granados, y que a la vez consigue desgranar con claridad expositiva sus complejas aristas y recovecos desde una profunda expresividad. Para ello se apoya en unas muy mensuradas dinámicas que calibran y dosifican hábilmente el discurso de cada uno de los números, sin concesiones excesivas al rubatto. Una versión, asimismo, en la que el oyente se ve invadido por un fraseo exquisito y sumamente detallista, y donde la extrema sutileza es la nota que domina el discurso, con el fin de plasmar la atmósfera y el ambiente concreto de cada pieza. Baste citar como ejemplo la cuarta, la magistral Quejas, o La maja y el ruiseñor, para apreciar la melancólica y doliente línea melódica y la asombrosa recreación cinegética que consiguen los acordes arpegiados finales simulando el gorjeo de los pájaros.

Llama la atención el uso del pedal que aquí realiza el joven concertista catalán, alargando hasta el desvanecimiento las notas finales de las piezas más hondamente expresivas. A todo ello se suma la magnífica toma de sonido, que ayuda a captar a la perfección la tímbrica genuina de un piano cuya sonoridad trasluce la personalidad propia de un intérprete que viene a demostrar que no estaba ya todo dicho en una obra tan revisitada en los estudios en la grabación, y de la que, como es el caso, se puede seguir aportando una gran cantidad de insospechados matices.

A la monumental obra de Granados la acompañan como apéndice una serie de cinco pequeñas joyas pianísticas de Granados que tienen una mayor o menor relación leitmotívica o temática con Goyescas, entre las que se encuentra la primera grabación mundial de Crepúsculo, un esbozo preliminar para la suite, una pieza de la que extrajo a su vez la improvisación Reverie-Improvisation. También se puede disfrutar aquí de la soberbia transcripción pianística del inspirado intermedio de la ópera homónima, estrenada en Nueva York en 1916, el mismo año de la trágica muerte del compositor, así como de dos piezas que remiten a escenas goyescas: la Jácara (Danza para cantar y bailar) y El pelele (Escena goyesca), cuyo tema principal se puede escuchar al inicio de la ópera.

Germán García Tomás

@GermanGTomas