La violinista alemana Julia Fischer interpreta a Sarasate junto a la pianista Milana Chernyavska, demostrando su enorme calidad en un disco dedicado íntegramente a música del autor navarro.
Cuando a una exquisita técnica se le une la expresividad, la gracia, en definitiva, la capacidad de ser artista y no dejar indiferentes a los oyentes, es cuando podemos hablar de intérpretes de máximo nivel. Esto es lo que ocurre en este disco de Decca en el que Julia Fischer interpreta a Sarasate con la colaboración, como acompañante al piano, de Milana Chernyavska.
Las trece piezas del virtuoso violinista Pablo Sarasate aquí recogidas, son muy representativas de los criterios estéticos que algunos compositores españoles tuvieron en la segunda mitad del siglo XIX y las primeras décadas del siglo XX, ese nacionalismo musical que llevó a la música española a vivir uno de sus momentos más brillantes. Las danzas (Jotas, Habaneras, zapateado, etc.) y el resto de piezas, inspiradas, como sus nombres indican, en la música folklórica española, son muy agradables de escuchar; música alegre, fresca, pero que necesitan una ejecución cálida, expresiva, de lo contrario perderían el interés para cualquier oyente que no se las tomara como meros ejercicios de técnica. Ese es uno de los grandes méritos de esta violinista, entender lo que esa música exige y expresar esa gracia implícita en las partituras. Cuando Julia Fischer interpreta a Sarasate en este disco, demuestra que no solo es una enorme virtuosa sino también una artista formidable. La Jota Aragonesa, op. 27, la Serenata andaluza, op. 29, las Danzas Españolas 4. Heft, op 26 y 1. Heft, op. 21, el Capricho Vasco, los Aires Gitanos, El canto del Ruiseñor, son ejecutadas por esta pareja como si las hubieran conocido de siempre, como si fuera música popular de sus respectivas zonas geográficas y no española. A esto hay que añadir la magistral técnica de Fischer, espléndida en los constantes pasajes de virtuosismo, perfecta en las escalas, con un sonido brillante, ejecutando los matices con una eficacia absoluta, luciéndose en unas piezas tremendamente exigentes para los violinistas. Junto a ella, muy bueno el trabajo realizado al piano por Milena Chernyavska, eficaz acompañante, captando el temperamento que cada pieza necesita y respaldando con acierto al violín.
No puedo dejar de recomendar a los aficionados a la música española, a los violinistas y, por supuesto, a cualquier aficionado a la música con nivel, este disco en el que Julia Fischer interpreta a Sarasate junto a Milena Chernyavska magistralmente, luciendo arte y virtuosismo en poco más de una hora de buena música.
Emilio Lacárcel Vílchez