Kangmin Justin Kim se roba ‘La Griselda’ de La Fenice

                                                                           La Griselda La Fenice Por Luc Roger

La Fenice prosigue su viaje de redescubrimiento de las óperas de Vivaldi presentando La Griselda, una ópera compuesta por il prete rosso (el cura pelirrojo) en 1735 y estrenada en el Teatro Grimani de San Samuele la noche del 18 de mayo de ese año. La historia de Griselda inspiró  un buen número de óperas a principios del siglo XVIII a partir del libreto de Zeno: la de Vivaldi fue al menos la undécima de entre las que se representaron en Italia o Austria.

A su vez, el libreto de Zeno se inspira esencialmente en el último relato de la décima jornada del Decamerón de Boccaccio, que ilustra la fidelidad casi inquebrantable de la protagonista hacia su marido, un hombre cuya crueldad no tiene límites a la hora de poner a prueba a su esposa. Y es que el noble Gualtiero (así se llama él) se ha casado con una joven de modestos recursos, lo que su pueblo, contrario a este matrimonio morganático, le echa en cara. La Griselda La Fenice

Para probar la constancia de su esposa, la somete a los peores tormentos psicológicos. Por ejemplo, finge haber hecho asesinar a sus dos hijos: a su hija mayor, y luego a su hijo y también finge repudiarla para así poder casarse con una joven de mayor categoría. Griselda acepta todas las decisiones de su marido con una abnegación y una virtud que roza la santidad. Llega a dar paso a Costanza, la nueva esposa de su marido, que en realidad no es otra que su propia hija, que de hecho se ha prometido a Roberto. Y tampoco cede a la tentación del amor en la forma del emprendedor Ottone, que está locamente enamorado de ella. Pero como bien está lo que bien acaba, la virtud triunfa y es recompensada. Griselda recupera a sus dos hijos y el lugar que le corresponde como “mujer de”.

El director Gianluca Falaschi, que es a la vez escenógrafo y diseñador de vestuario de la producción, ataca en su planteamiento a las posiciones extremistas del patriarcado machista, para el que la mujer es sólo un objeto sexual cuyo lugar está en el hogar, en la cocina y en la costura, con toda la pesada carga de moralismo que esto conlleva. En el libreto de Zeno, el comportamiento del marido presenta fisuras: Gualtiero no carece de remordimientos cuando somete a su mujer a la peor de las crueldades. Al trasladar la acción al siglo XX, Falaschi ha querido mostrar la actualidad del tema de la opresión femenina: así, al principio de la ópera, Griselda y cuatro de sus compañeras, sentadas en fila frente a viejas máquinas de coser sobre patas de hierro fundido, se afanan en su trabajo supervisadas por hombres que no dudan en acosarlas sexualmente e intimidarlas con desprecio. La Griselda La Fenice

Michela Antenucci (Costanza) © Michele Crosera – Teatro La Fenice 2022

El escenario del primer acto es una gran sala con paredes de cristal translúcido que dejan ver el bosque circundante. Más tarde, la acción se traslada al bosque, donde la juventud se reúne por la noche para entregarse al baile y los juegos de la seducción. Pero la fiesta se torna amarga y asistimos a escenas de alcoholismo y violación. El maltrato a las mujeres está presente constantemente. Y el personaje de Gualtiero, aunque a veces tenga remordimientos, sigue siendo un machista abyecto. El director estigmatiza el sistema que permite la existencia de este tipo de relaciones, que desgraciadamente siguen existiendo. La estilizada puesta en escena del primer acto adquiere color y vida cuando la acción se traslada a un bosque, al que la hermosa iluminación de Fabio Barettin y Alessandro Carletti da la apariencia de un bosque encantado.

El director de orquesta suizo Diego Fasolis, eminente especialista en música barroca y reputado exégeta de la música de Vivaldi, dirige con meticulosa precisión a la veintena de experimentados músicos de la Orquesta del Teatro La Fenice, creando un feliz efecto como excelente conocedor de la acústica del Teatro Malibrán. Consigue plasmar tanto el equilibrio como la fantasía de esta ópera de Vivaldi, que se apoya en la commedia dell’arte y encierra una música que refleja bien la sensibilidad del compositor hacia la deplorable condición femenina de su tiempo. La Griselda La Fenice

El papel principal fue interpretado con delicadeza y matices por la mezzosoprano sueca Ann Hallenberg, que ya había grabado Farnace con el maestro Fasolis. Da vida a Griselda con su melodiosa voz, dando pruebas de una capacidad expresiva y de ornamentación excepcionales y sin exageraciones en los momentos de tristeza o de ira: al contrario, siempre busca alinearse con la profunda modestia de su personaje. El papel de Gualtiero, de escandalosa vileza, es difícil de defender hoy en día pero el tenor José Navarro Colorado, que ya había interpretado el papel en la Ópera Nacional de Irlanda y que debutaba en La Fenice, salió airoso del trance. Su alta estatura y su elegante porte le ayudan a retratar a su personaje, un poco perdido en sus contradicciones. Además lo reviste de un bello timbre ligeramente oscuro que se aprecia desde su primera gran aria «Se ria procella sorge dall’onda».

Kangmin Justin Kim (Ottone) © Michele Crosera – Teatro La Fenice 2022

No obstante, quien se convirtió en el centro de atención desde sus primeras vocalizaciones fue el contratenor estadounidense-coreano Kangmin Justin Kim como Ottone. Con una presencia y una energía poco comunes, sus piruetas escénicas representaron un auténtico revulsivo para el público. Algunos recordarán que en 2011 parodió la interpretación de Cecila Bartoli de ‘Agitata da due venti’, la gran aria de Costanza, probablemente la más famosa de La Griselda. Kim incendió entonces la red con un vídeo publicado en YouTube bajo el seudónimo de Kimchilia Bartoli. La imitación de Kim del aria de La Griselda es asombrosamente precisa. Su Ottone es impresionante, con una voz intrépida de excepcional agilidad capaz de dar rápidos saltos de octava, de los agudos a los graves. Su actuación no pudo dar más juego escénico, y se convirtió en la estrella de la noche.

Antonio Giovannini, el segundo contratenor, que interpreta a Roberto, se concentró en el registro agudo de su personaje, que es probablemente el menos complejo de la ópera, y nos ofreció una interpretación de una hermosa uniformidad. La joven Michela Antenucci, que fue ganando confianza a lo largo de la velada, recibió un fuerte aplauso por su interpretación de Costanza. Su técnica era precisa y su voz resplandeciente. Hacia el final del Acto III (Escena 5), su «Ombre vane, vani orrori» fue digna de admiración. Por último, el papel travestido de Corrado estuvo muy bien interpretado por la mezzo italiana Rosa Bove, que dio pábulo a las intrigas que intentan frustrar los caprichos de la trama.

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Teatro La Fenice, 8 de mayo de 2022. La Griselda, música de A. Vivaldi y libreto de A. Zeno. Director de orquesta Diego Fasolis. Director, decorados y vestuario Gianluca Falaschi. Iluminación Alessandro Carletti y Fabio Barettin. Dramaturgia Mattia Palma. Gualtiero Jorge Navarro Colorado. Griselda Ann Hallenberg. Constance Michela Antenucci. Roberto Antonio Giovannini. Latón Kangmin Justin Kim. Corrado Rosa Bove. Orquesta del Teatro La Fenice. Opera World