Kristiina Poska, directora de orquesta

Kristiina-Poska

Poska, una mujer se abre paso entre los grandes directores de orquesta

 

 Kristiina Poska es la primera mujer en ganar el prestigioso Premio Alemán de Directores de Orquesta. Nacida en Türi, Estonia, 1978, Poska ha destacado en el puesto de maestra de capilla de la Ópera Cómica de Berlín y luce como estrella fulgurante en un universo fundamentalmente masculino.

 

Como la mayoría de las mujeres que acceden a la alta dirección de orquesta, procede de la rica tradición coral de su país y lamenta que haya todavía tan pocas directoras de género femenino. “Supuestamente, un tercio de quienes estudian dirección en Alemania son mujeres, pero al mando de las más grandes orquestas no ha llegado todavía ninguna. Creo que estamos a punto de romper ese techo, creo de verdad que dentro de no mucho tiempo veremos a una mujer como titular en la Filarmónica de Berlín”, dice Poska, para quien las diferencias entre unos directores y otros, sin embargo no son una cuestión de género.

 

 “Creo que cada director tiene algo propio y especial. Las diferencias entre unos y otros provienen más de la personalidad y del carácter que del sexo. La música requiere características masculinas y femeninas que toda persona integra dentro de sí. Es cierto que hay obras que se adaptan mejor a unos que a otros, pero eso es una cuestión de afinidad individual, no tiene nada que ver con el hecho de ser hombre o mujer”, advierte en una entrevista concedida a Deutsche Welle.

 

 Sus estudios en dirección de coros han marcado profundamente su estilo de trabajo y la han abocado a dirigir ópera con una especial sensibilidad a la voz como instrumento integrado en la orquesta. “La voz es para mí algo muy natural y creo que uno de los principios básicos para hacer música, ya sea con cuerdas, vientos o cantantes, es la respiración”, señala. No se considera sin embargo dirigida a determinado repertorio, aunque identifica claramente ciertos intereses muy marcados. Ganó el Premio gracias a su interpretación de la suite orquestal de La zorrita astuta, de Janáček,y admite que, “en general, me interesan especialmente los compositores que ahondan en problemas existenciales. Cuando reconozco eso en una pieza, tengo la sensación de que la hago mía. En todas las épocas hay compositores de ese tipo”.

Rosalía Sánchez.