L´Africana. Meyerbeer. Venecia (2º reparto)

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Teatro La Fenice de Venecia. 30 Noviembre 2013.

Estas representaciones de L’Africaine se han dado con doble reparto, siendo éste el segundo de los programados, que, lógicamente, ha tenido un resultado inferior al primero, aunque ha habido cantantes de interés en algunos casos.

Nada tengo que añadir a lo escrito ayer sobre la producción de Leo Muscato. Únicamente, señalaré que, habiendo tenido mejor visión del escenario en esta ocasión, me ha parecido también interesante lo presentado en escena en los dos primeros actos, especialmente en el acto de la prisión.

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Escena

La dirección de Emmanuel Villaume me ha vuelto a gustar, quizá abusando de volumen en algunas ocasiones.

La nueva Selika era Patrizia Biccirè, que ha sido una intérprete correcta, aunque un tanto modesta. No pasa de ser una soprano puramente lírica, lo que resulta insuficiente para el personaje. Su canto es adecuado, aunque bastante monótono por escasez de colores en su voz. Su mayor problema radica en las notas graves, que son muy cortas.

Hacía bastante tiempo que no escuchaba en directo al tenor Antonello Palombi, cuya carrera se ha venido desarrollando en los últimos años en Estados Unidos. Le he encontrado muy cambiado. Tiene dos voces muy distintas. Un centro baritonal y de

anchura y volumen excepcionales, de las que no se estilan, mientras que a partir del paso la voz se estrecha, aunque tiene cierto atractivo, quedando comprometido en las notas altas. No está precisamente sobrado de buen gusto en su canto, con abuso de decibelios en muchas ocasiones.

Muy buena impresión la dejada por la joven (26) soprano checa Zuzana Markova en la parte de Inés. Es una soprano ligera, con una voz más oscura que lo que es habitual en este tipo de cantantes. La voz es atractiva, canta con expresividad, es fácil en agilidades y no tiene problemas en las notas más altas, aunque el timbre se haga un tanto metálico. Es una joven atractiva y muy alta, a la que no será fácil complementarla con un tenor del mismo tipo.

El barítono Luca Grassi fue un Nelusko más adecuado que Angelo Veccia el día anterior. La voz tiene calidad y cierta anchura, aunque también tiene tendencia a buscar volumen sin necesidad. Para los madrileños que crean que no le conocen, les diré que fue el barítono que salvó Pescadores de Perlas en el Teatro Real, cuando Mariusz Kwicien se retiró al terminar el primer acto.

En los personajes secundarios repetían actuación los mismos intérpretes del día anterior.

El Teatro de la Fenice estaba prácticamente lleno. El público se mostró cálido en los aplausos finales, no faltando bravos para los principales protagonistas, especialmente para Luca Grassi.

La representación comenzó puntualmente y tuvo una duración total de 4 horas y 1 minuto, incluyendo dos intermedios. Duración musical de 2 horas y 55 minutos, dos minutos menos que la del día anterior. Seis minutos de aplausos.

El precio de la localidad más cara era de 205 euros, habiendo butacas de platea al precio de 180 euros. En los pisos superiores los precios oscilaban entre 159 y 110 euros. La localidad más barata costaba 77 euros. Llama la atención que los precios sean notablemente más altos que para el primer reparto. La explicación no es otra que la de coincidir con fin de semana, que parece que anima a los turistas a asistir al teatro, aunque yo no vi japoneses en La Fenice y sí en las góndolas.

José M. Irurzun