La boheme. Puccini. Marbella

La-boheme1.Puccini.Marbella

XII FESTIVAL DE OPERA DE MARBELLA

Director Musical; el director catalán afincado en Estocolmo Alberto Hold Garrido demostró mucha experiencia y buen hacer en el acompañamiento de cantantes, se nota que ha sido durante varias temporadas el director musical de la Opera de Estocolmo cargo ideal para empezar a cimentar una carrera musical. La Orquesta Sinfónica de la Donbass Opera (la mejor orquesta de Ucrania) pese a la reducción de miembros que experimentó por las limitaciones del foso del pequeño teatro sonó maravillosamente y es de agradecer al maestro Hold Garrido que hiciera posible en todo momento que las voces sobresalieran por encima de la orquesta, algo cada vez menos frecuente en  las representaciones de “La Boheme” que últimamente hemos presenciado.

El maravilloso Coro de la Donbass Opera dirigido por Ludmila Streltsova fue sin duda alguna lo más destacado del Festival. Posee grandes voces  y la coordinación es excelente (cerca de 170 representaciones por temporada en el Teatro de la ciudad de Donetsk y casi cuarenta años con la misma directora se notan) así como su saber estar en escena; es impresionante como pese a la reducción considerable de sus miembros por las limitaciones del escenario el segundo acto sonara casi como en los grandes teatros a los que estamos acostumbrados a asistir. No es de extrañar que esté considerado por la crítica especializada como el mejor de Ucrania: un auténtico lujo para el festival marbellí.

Director de Escena; debemos destacar la gran creatividad de la escenógrafa Nadia Shvees en el segundo acto en la recreación excelente pese a los escasos medios y un escenario de proporciones limitadas del barrio parisino y su originalidad en el tercer acto con un puesto fronterizo que nunca habíamos visto antes y que sigue fielmente el libreto de Giacosa e Illica.

Director Técnico, Igor Ivanov cuya labor podemos calificarla de simplemente milagrosa ya que  pese al escaso presupuesto se encargo de que Marbella fuera el Paris de 1830 por unas horas.

Benoit/Alcindoro; ambos papeles corrieron a cargo del bajo Maskimi Ivaschuk una buena voz del ensemble de la Donbass Opera con notable experiencia en el escenario y grandes dotes cómicas.

Schaunard; el joven barítono de la Opera Nacional de Odessa Yuri Dudar, la  voz mas potente de la noche en cuanto a voces masculinas se refiere y todo un especialista en roles secundarios. Es un cantante que nos impactó y promete mucho ya que está desarrollando una importante carrera con una base muy sólida y puede ser uno de los barítonos a tener en cuenta en el futuro.

Colline; el veterano bajo perteneciente al ensemble de la Donbass Opera Yuri Alekseychuk demostró muchas tablas sobre el escenario y aunque la voz no es tan fresca como hace años estuvo a la altura en la interpretación de la célebre “ Vecchia zimarra”  del último acto, la cual cantó con mucho sentimiento.

Marcello; el barítono ucraniano Vladislav Lysak, solista del Teatro Nacional de Ópera y Ballet de Donetsk, una voz muy interesante y sin fisuras tanto en la parte baja como en las notas altas. Gusto mucho en todas sus intervenciones destacando especialmente el dúo con Rodolfo en el cuarto acto que estuvo dotado de una gran musicalidad.

Musetta; la joven soprano nacida en Kiev Anastasiya Golub, sin duda alguna la voz más completa de toda la noche. Su técnica es depuradísima y su voz enorme además de estar dotada de una excelente musicalidad. Lo tiene todo para ser una gran soprano y debería empezar a hacer audiciones en los grandes teatros. En los agudos estuvo muy segura y en muchos momentos llegó a emocionar: sin duda alguna una de las mejores Musettas que hemos escuchado nunca.

Rodolfo; el joven y prometedor tenor español Miguel Borrallo que gustó mucho tanto vocal como musicalmente demostrando que  un cantante lírico también puede interpretar bien a Puccini. Es muy difícil cantar a esas horas (recordemos que las representaciones del festival daban comienzo a las 22:00 horas ) así de bien y sinceramente nos gustó mucho en el aria “Che chelida manina”  colocando las notas en su lugar  y mostrando una gran seguridad en los agudos. Su voz es bellísima y  entusiasmo al teatro en el dúo con Mimí “O soave fanciulla” sin duda alguna el momento mas emocionante de la noche con una última nota que parecía no tener fin. Es un tenor joven con una técnica depuradísima (se nota con quien estudió) que sinceramente pienso que debería cantar mucho más y empezar a dejarse ver por los grandes teatros. Cualidades tiene de sobra y en el panorama operístico actual no existen muchos tenores de gran calidad dentro de su repertorio.

Mimí; la bellísima  soprano ucraniana Irina Polivanova  empezó algo nerviosa en el primer acto (es una cantante muy joven y su escasa experiencia se notó) aunque a medida que fue transcurriendo la representación fue cogiendo confianza llegando a cantar con muy buen gusto. De apariencia física  impresionante (posiblemente la cantante más guapa que hemos visto jamás y eso que hemos acudido a muchas representaciones en Eslovaquia y en la República Checa)  y con una gran elegancia puede realizar una gran carrera solista si sigue estudiando y no se sale del repertorio más adecuado para su voz.

En definitiva noche parisina en Marbella que debemos agradecer a la Fundación José Banús y Pilar Calvo que, en colaboración con la Delegación de Cultura del Ayuntamiento de Marbella,  han traído esta producción de la Donbass Opera que nos transportó al París de 1830 por una noche. La Ópera no podía faltar  en el verano de Marbella que anoche fue más bohemia que nunca.

 

El verano Marbellí se apunta un gran tanto ofreciendo en agosto un completo y variado Festival Internacional de Opera  con un gran nivel de cantantes y una increíble variedad de títulos en su XII edición.  “La Boheme”, “Turandot,” y “Carmen“ tres producciones de la Donbass Opera de Donetsk y una Gala Lírica homenaje a Verdi y Wagner en tan solo cuatro días es de un mérito enorme (sobre todo en estos tiempos de crisis) y tenemos que agradecer a la Fundación José Banús y Pilar Calvo y a la Delegación de Cultura del Ayuntamiento de Marbella el milagro.

El esfuerzo y buen hacer de la agencia Concerlírica Internacional es muy grande y demuestra que con poco presupuesto también se pueden hacer cosas muy interesantes. Festivales como el de Marbella es lo que necesita la Ópera en estos momentos si queremos crear nuevos aficionados. Los precios de las localidades eran bastante asequibles y el Teatro Ciudad de Marbella (inaugurado en el año 2001) con un aforo de 490 espectadores pese a lo reducido de su foso y escenario pudo ofrecer espectáculos de calidad gracias al gran nivel de la Orquesta Sinfónica de la Donbass Opera y a la creatividad de los directores de escena.

Debido al gran arraigo de este festival (son ya muchas ediciones) y a la calidad de los espectáculos ofrecidos, con una orquesta y un coro de primerísimo nivel, consideramos que para la edición del año que viene el Festival de Opera debería incorporarse al Starlite Festival en la cantera de Marbella, un marco ideal e incomparable (me recuerda mucho el lugar a St. Margarethen en la región austriaca del Burgenland donde asistí a una increíble “Carmen” en los años noventa presentada por el gran Marcel Prawy) con un aforo para 2500 espectadores que daría ese toque clásico y operístico que echamos de menos en tan prestigioso e internacional festival.

En el Starlite de este año se han dado cita el pop, el rock, el flamenco, el jazz, el musical y la ópera de forma simbólica con un recital de tenores  fuera del programa oficial.  Por eso soy de la opinión de que el Festival de Opera de Marbella debería incorporarse (se desarrolla en las mismas fechas)  en su totalidad o por lo menos su gala lírica al Starlite Fstival, la repercusión sería enorme y podría acudir mucho mas mayoritariamente a las funciones ese público internacional al que actualmente le resulta muy difícil encontrar el pequeño Teatro de la Ciudad de Marbella.

Si no fuese posible la incorporación de la ópera al escenario de la Cantera de Marbella, el Hotel Puente Romano también podría ser un magnífico escenario para albergar próximas ediciones del Festival de Opera de Marbella, una alternativa que los organizadores deberían considerar si queremos que este modesto pero a la vez gran festival aumente su repercusión internacional.

 

José Nogueira