Por Cristina Marinero danza 2025/26 Teatro Real
BALLET NACIONAL DE ESPAÑA. HOMENAJE A JOSÉ GRANERO
El coreógrafo José Granero (1936-2006), a quien todos los que estudiamos danza española llamábamos El maestro Granero, autor de la famosa creación Medea (1984), recibirá un merecido homenaje en el Teatro Real por el Ballet Nacional de España (BNE). Será en octubre, con cinco funciones, del jueves 16 al domingo 19, con las que se iniciarán las representaciones de danza de la temporada 2025/2026 en el gran escenario de la Plaza de Oriente. En 2026 se cumplirán el 20º aniversario del fallecimiento del coreógrafo y el 90º de su nacimiento. danza 2025/26 Teatro Real

Esta celebración organizada por el director de la compañía nacional dedicada a la danza española, Rubén Olmo, incluye dos de las coreografías cortas que realizó José Granero para el BNE, Bolero (1987), sobre el famoso ballet de Maurice Ravel (sí, lo compuso para la exótica Ida Rubinstein, quien encargó la coreografía de estilo español a Bronislava Nijinska), y Leyenda (1994), que toma su título del otro apelativo –o subtítulo- que tiene el famoso Asturias, de Albéniz, con arreglos y notas adicionales de José Luis Greco.
Para este homenaje cuyo colofón cada noche será la obra maestra Medea, compuesta por Manolo Sanlúcar, Olmo ha encargado tres solos inéditos a otros tantos coreógrafos e intérpretes, que se alternarán en las diferentes funciones. Miguel Ángel Corbacho, asistente de dirección del Ballet Nacional, presenta Segunda piel, sobre tres sonatas de Domenico Scarlatti. Arrieiro es el título que estrena Eduardo Martínez, primer bailarín de la compañía, coreografiado sobre partituras de Federico Moreno Torroba y Joaquim Nin Culmell. Junto a ellos, Marco Flores ofrece también En algún lugar, coreografía sobre Rondó de Antonio José Martínez Palacio.
Para la interpretación musical, estará al frente de la Orquesta Titular del Teatro Real el ya indispensable director especializado en danza, Manuel Coves.
NEW ADVENTURES. EL LAGO DE LOS CISNES DE MATTHEW BOURNE: LA NUEVA GENERACIÓN
En noviembre, se verá por fin en España el ya clásico montaje de Matthew Bourne de El lago de los cisnes (del 19 al 22). Muchos recordarán la secuencia final de la película Billy Elliot, cuando el protagonista se ha convertido en un flamante primer bailarín y le vemos caracterizado vistiendo unos pantalones bombachos con una especie de flecos que actúan a modo de plumas. Pues ese momento coreográfico, y su salto final como el ánade protagonista, pertenecen a esta versión para hombres de El lago… que Bourne estrenó en 1995 en el Sadler’s Wells de Londres. Esta mirada distinta al ballet de Tchaikovsky que Marius Petipa coreografió y estrenó en San Petersburgo en 1895 para eternizarlo hasta nuestros días, llega al Teatro Real cuando Bourne y su equipo continúan celebrando el 30º aniversario de este título con una extensa gira por Reino Unido y otras plazas. Presentó por primera vez su compañía en España en 2017, con piezas cortas de repertorio, cuando cumplía treinta años de su fundación en 1987.

New Adventures y Matthew Bourne han conseguido un lugar especial en los escenarios británicos porque su cinematográfica forma de llevar a escena los clásicos está a mitad de camino entre Covent Garden y el West End. De ahí radica su éxito: ha equiparado creaciones coreográficas narrativas de títulos famosos (Cenicienta, Las zapatillas rojas, La bella durmiente y otros, además de este Lago…) a los fastuosos musicales londinenses tanto en popularidad y asistencia masiva del público, como en despojarse de “intelectualidad”, si bien sus obras caminan siempre por el rigor y la calidad en puesta en escena, lo que le ha reportado grandes premios como los Olivier y los Toni, entre decenas de ellos.
REAL BALLET DE SUECIA. JULIETA Y ROMEO, DE MATS EK
El 18 de abril, el afamado y trascendental coreógrafo Mats Ek cumple 80 años. Parece mentira que haya pasado tan rápido el tiempo. Pero pasa y quien comenzó siendo uno de los nombres tintineantes de la coreografía europea de los años ochenta y noventa desde Estocolmo, primero como bailarín dirigido por su madre, la legendaria Birgit Cullberg, y después como director de la compañía, es un emblemático coreógrafo clásico de ballet contemporáneo cuyo estilo marcó a muchos de los creadores que vinieron después. Y sigue marcando.

Su interpretación del ballet que hizo obra maestra Serge Prokofiev sobre la tragedia de Shakespeare es, como en cada título suyo, puesto patas arriba. Ya lo vimos en sus Giselle, El lago de los cisnes o Carmen, donde las cualidades técnicas de los bailarines, educados en la disciplina de la danza académica, se nutren de movimientos expresivos marca de la “casa Ek”. Aquí, además de invertir los nombres en el título, Julieta y Romeo (2013), prescinde de la partitura del ruso para cambiar el bastidor musical sobre el que teje su danza por piezas de su compatriota Tchaikovsky, con arreglos de Anders Högstedt. Así, reivindica el papel central en Julieta y prescinde de elementos icónicos como el balcón, las espadas o el frasco de veneno, para situar en primer plano la historia de amor de los adolescentes protagonistas como el verdadero núcleo del drama.
El Real Ballet de Suecia, que dirige el exestrella de la Opera de París, Nicholas Le Riche, hasta el final de esta temporada, es una de las compañías de ballet más antiguas del mundo, desde su formación en 1773. Ofrecerá este especial título en mayo de 2026 (del 7 al 10), con la Orquesta Titular del Teatro Real en el foso dirigida por Nir Kabaretti.