Una ópera de Rossini que exige grandes cantantes y los hubo en el MET con especial referencia a Joyce Didonato como Elena.
En sesión matiné y retransmitida a gran numero de cines del mundo se presento en el Metropolitan Opera House esta ópera rossiniana escénicamente imposible porque no pasa nada; todo se cuenta. Si a eso se le añade que la “producción” de Paul Curran es vacua y horrorosa, con un vestuario indigno salvo la escena final que echa el resto en un vestuario en dorados magnífico, puede uno imaginar que esta, como tantas otras ópera son para escucharlas en versión concierto. Otro tanto le pasa al propio Rossini con Mahometo II.
La clave de esta ópera está en contar con voces del máximo nivel, y aquí si que acertó el MET. Joyce DiDonato como Elena, que exige un esfuerzo sobrehumano al estar cantando durante todas las escenas hasta llegar al tremendo final con el aria “tantti afetti…”, cosechó un triunfo absoluto. Hoy es una de las grandes sopranos del mundo. Todo lo imaginable está en su bel canto, con una coloratura endiablada, con trinos, escalas cromáticas ascendentes y descendentes, picado, y todo lo que exige esta partitura. Una voz de gran belleza que parece cantar con una naturalidad sorprendente.
Con ella Juan Diego Flórez como Giacomo V. Flórez es absolutamente perfecto en su repertorio, y a él debe atenerse porque aquí no hay quien le iguale. Elegantísimo en el fraseo, inmaculado en la emisión, y control del fiato, legato asombroso. El rol de Malcolm lo cantó la mezzo de Trieste Daniela Barcellona, otro as belcantista con una tesitura extensisimay total perfección cánora. Rodrigo lo cantó el tenor John Osborn con una zona sobreaguda que parece un milagro. Oren Gradus en el papel de Duglas tuvo un comienzo con gran carencia en la afinación que fue mejorando a lo largo de la ópera. Muy discreta la Albina de Olga Makarina.
Con uj reparto de esta categoría el triunfo fue apoteósico, especialmente para Joyce DiDonato como Elena.
La dirección musical corrió a cargo del joven pesarense Miche Mariotti quien armonizó de forma magistral estando totalmente pendiente de los cantantes y con una dirección orquestal sobresaliente. En España se le ha podido ver en Las Palmas de Gran Canaria hace unos años, y más recientemente en el Palau de les Arts de Valencia. Un grande con un futuro muy prometedor. Coro y orquesta magníficos.
El público aplaudió y braveó con ganas a todos los acantantes y director musical, llevándose el mayor éxito Joyce DiDonato.
Francisco García-Rosado