El Liceu estrena en España esta tercera ópera de George Benjamin tras su estreno absoluto de Londres en 2018, y que proseguirá su rumbo hacia el Real una vez acaben las funciones. Tras el éxito en 2012 de «Written on skin», existía una verdadera expectación que se salda con creces en estas «Lessons in love and violence». «Lessons in love and violence» en el Liceu.

El texto de Martin Crimp se inspira en el drama clásico de Marlowe acerca del rey Eduardo II, con una poética a la vez sucinta y sofisticada. Se agradece su concisión para desarrollar la compleja borrasca de vivencias en tan solo hora y media, donde el repertorio habitual nos suele acostumbrar a dilatadísimos circunloquios mil veces repasados.«Lessons in love and violence» en el Liceu
El maestro Josep Pons presta su agudeza y nitidez a los sonidos de una inmensa orquesta, en su actuación hoy y literalmente, al desbordarse del foso para ocupar con instrumentos las primeras cuatro filas de platea. George Benjamin compone el paisaje sonoro de la ópera en una paleta general grave verdaderamente afín al tono de un libreto, cuyos destellos nunca son de esperanza, y haciendo un singular uso del grupo de sonidos percutidos que llegan incluso a evocaciones tribales, como en la lectura de la mano de Gaveston. En lo vocal no es una partitura de lucimientos vocales ni melodías icónicas sino que se presta más bien a la transición fluida entre voces en un conjunto continuo y acaparador. «Lessons in love and violence» en el Liceu
La acción goza de pleno sentido en el contexto contemporáneo donde lo ha ubicado la directora Katie Mitchell. En unas habitaciones en la segunda mitad del siglo pasado, la escenógrafa Vicki Mortimer ha dispuesto una cama con algunas sillas, unos retratos de Francis Bacon (que bien podrían representar aquí la forma alterada que adoptan los rasgos de la realeza y la corte), un inmenso acuario y algunos abalorios de realeza cuyas vitrinas vienen y van en carritos de servicio. La evolución de estos objetos define las distintas permutaciones escénicas de modo que los cuadros acaban arrumbados contra la pared con un rey derrumbado sobre la cama, la pecera se seca, la cama se cubre de un plástico como si fuera un cadáver, o como si esperara uno…

Qué duda cabe de que «Lessons in love and violence» se complace en la erosión de nuestros cánones. De los siete cuadros de la ópera, el primero se dedica a asignar a los personajes unos roles en los que volcamos una serie de expectativas, mientras que los seis cuadros posteriores procuran ahondar en ellos hasta el punto de desmentir (el no tan preocupado por el pueblo funcionario Mortimer en la impactante actuación de Peter Hoare); de desvelar (la en el fondo enamorada de su marido homosexual reina Isabel, resentida y conmovedora en la voz de Georgia Jarman); de complejizar (el no tan banalmente altivo Gaveston, lleno de lirismo y sensibilidad en la interpretación de Daniel Okulitch ); y de pervertir (los infantes reales siempre presentes en las crudezas de su alrededor, interpretados por el tenor Samuel Boden y la actriz Ocean Barrington-Cook). «Lessons in love and violence» en el Liceu.
En una trama donde tienen la palabra un rey y su favorito, una reina y un alto funcionario, son quizá esos elocuentes testigos mudos que encarnan los infantes del rey los que establecen un mayor paralelismo con el espectador, para quienes estas «Lessons in love and violence» son verdaderas lecciones sobre la corrupción de la inocencia.«Lessons in love and violence» en el Liceu
No se las pierdan.
Félix de la Fuente
Ficha artísitca: Lessons in love and violence, de George Benjamin, con libreto de Martin Crimp. King (Stéphane Degout), Gaveston (Daniel Okulitch), Isabel (Georgia Jarman), Mortimer (Peter Hoare), Boy/Young King (Samuel Boden), Girl (Ocean Barrington-Cook), Witness 1 (Isabella Gaudí), Witness 2 (Gemma Coma-Alabert), Witness 3/ Madman (Toni Marsol). Orquesta sinfónica del Gran Teatre del Liceu. Dirección musical (Josep Pons). Dirección escénica (Katie Mitchell). 26 de febrero de 2021.