La «Gala Joven» en el Teatro Real Por Federico Figueroa
El Teatro Real inauguró su temporada 2020-2021 ayer, con la representación de Un ballo in maschera, enmarcado en el boato adecuado al momento que vivimos. La presencia de los Reyes y muchas personalidades de la política, la economía y la cultura, siempre llamarán la atención de los medios. Es probable que usted ya haya leído alguna reseña al respecto. Pero yo quiero hablarle de la noche del preestreno.
Yo asistí a ese prestreno, el 16 de septiembre, de este Un ballo in maschera. Esa noche estuvo destinada a público con menos de 35 años y con entradas a precios de entre 15 y 35 euros. Por esto fue llamada “Gala Joven”. A unos pocos invitados que superamos esa edad se nos permitió estar allí. En la fila que se forma para poder entrar a la sala, daba gusto ver tantos jovenes de entre 16 y 25 años en una cola para poder ver una ópera.
Antes de subir el telón el director general del Teatro Real, Ignacio García-Belenguer, compareció en la boca del escenario para saludar y agradecer la presencia a este público, sin duda el público de hoy y mañana, por la estupenda respuesta a la iniciativa. El estricto protocolo sanitario, que todos comprendemos y asumimos, no me permitió moverme por diferentes zonas del teatro, en el largo casi 40 minutos, para enterarme de primera mano las sensaciones de los afortunados. Puedo asegurarles que se vivió una representación maravillosa, con un público que conectó con los artistas en el foso y el escenario.
Quizá muchos de los asistentes no tuvieran en cuenta que la puesta en escena que estaban viendo, firmada por Gianmaria Aliverta y procedente del Teatro La Fenice (estrenada en 2017), no era la que originalmente se había pensado tener en estas funciones (de David Alden para el Met neoyorquino, estrenada en 2012) y hasta es probable que algunos no cayeran en cuenta que los cantantes que estaban viendo allí no están en todas las funciones. Estos detalles no era tan importante para ellos. Lo principal es que estaban viendo una ópera en el Real, con todo en su sitio: escenografía, vestuario, iluminación, orquesta, coro y un elenco de cantantes de primerísimo nivel, teniendo en el cuarteto de personajes principales al tenor Ramón Vargas, la soprano Saioa Hernández y el barítono George Petean, la mezzosoprano Silvia Beltrami bajo la dirección musical de Nicola Luisotti.
La emoción se palpaba, se sentía y escuchaba: aplausos y “bravo” en casi cada aria, dúo, coro y hasta la coreografía. Muy diferente al frío público de un estreno. Esta temporada, la número 24 desde su reapertura, el Teatro Real está demostrando una capacidad de respuesta y flexibilidad encomiable ante los retos impuestos por la compleja situación actual que todos padecemos.