La juventud de Nesterowicz y Chernychko brillan en su concierto con la O.C.G.

La juventud de Nesterowicz y Chernychko brillan en su concierto con la O.C.G.
La juventud de Nesterowicz y Chernychko brillan en su concierto con la O.C.G.

La Orquesta Ciudad de Granada, contando con jóvenes músicos de gran potencial como Michal Nesterowicz y Regina Chernychko, ofreció un concierto en el que se interpretaron obras de tres autores pertenecientes a distintas etapas de la historia de la música y diversos lugares como son Henryk Gorecki, Felix Mendelssohn y Jean Sibelius.

 El concierto comenzó con Three Pieces in Old Style de Gorecki, tres breves piezas para orquesta de cuerda en las que el músico polaco da muestras de su personal estilo; explotando un sencillo motivo melódico en una, con un carácter animado en otra y transmitiendo fuerza en la última, Gorecki crea un hermoso tríptico en el que el juego con la dinámica es fundamental y, precisamente esos largos crescendos fueron muy eficazmente ejecutados por el conjunto, muy bien dirigido por Michal Nesterowicz.  A continuación pudimos escuchar el Concierto para piano núm. 2 en Re menor, op. 40 de Mendelssohn en el que el papel solista corrió a cargo de Regina Chernychko. Cuando una intérprete tiene una técnica envidiable, capaz de ejecutar pasajes de altísima dificultad con una solvencia absoluta, y además le da mucha musicalidad a lo que toca, es porque es una música de gran nivel; este es el caso de Chernychko, quien estuvo esplendida en el concierto. El gran virtuosismo que exige la obra no le impidió transmitir la fuerza que posee la misma, ni expresar el lirismo del segundo movimiento, siempre luciendo un nivel técnico excelso.  La pianista, muy ovacionada por el público, fue respaldada por una orquesta muy eficaz, bien llevada por Nesterowicz.

En la segunda parte escuchamos la Sinfonía núm. 3 en Do mayor, op. 52 del compositor finlandés Jean Sibelius, un pieza muy bella en la que hay momentos enérgicos, pasajes en los que los sencillos motivos melódicos van pasando por las distintas familias instrumentales y otros, como el tercer movimiento, en el que el efecto lucido y la majestuosidad son destacables.  De nuevo se mostró muy eficaz la orquesta, correcta y solvente desde la cuerda y destacadísima desde la amplia sección de viento, tanto la madera como el metal, con un papel protagonista y, como es habitual, ejecutado de forma muy convincente, como convincente y eficaz fue también la aportación del percusionista Jaume Esteve.  Esta obra cerró un muy buen concierto en el que Nesterowicz supo sacar partido a las piezas, llevando bien a una orquesta que garantiza el trabajo serio y eficaz.

Emilio Lacárcel Vílchez