Carlos Javier López @CarlosJavierLS
El DVD rescata la versión de la ópera Rigoletto de Giuseppe Verdi que se representó en el Metropolitan Opera House de Nueva York el 15 de diciembre de 1981, y que contaba como principal reclamo con el tenor Luciano Pavarotti en el rol de Duque de Mantua.
Gracias al sello DECCA y a The Metropolitan Opera podemos ver en DVD aquella mítica producción de John Dexter, dirigida en el foso por el mítico James Levine y llevada al vídeo por Brian Large. Un documento imprescindible para los fans del desaparecido tenor italiano, que es también una muestra de la calidad de las óperas en el coliseo neoyorquino, que reponía la misma puesta en escena temporada tras temporada, aunque cambiando de divos. Obviando el oneroso gusto por los rancios decorados de cartón piedra, que es ya una marca de la casa, se puede disfrutar de una versión limpia y clásica de la obra, que destaca por el sólido trabajo de Levine con la orquesta del Metropolitan. Él como pocos ha sabido extraer los colores de la partitura verdiana, y mantener el pulso dramático sin caer en efectismos.
El elenco que acompaña a Pavarotti contó con la presencia del bajo canadiense Louise Quilico como Rigoletto y la soprano de Martinica Christiane Eda–Pierre como Gilda. Sus voces se complementaban a la perfección, y se adaptaban a la psicología de sus personajes. El brillo de la voz de Eda-Pierre, con una emisión roma pero penetrante y con estuche, encontraba acomodo junto al bello timbre de Quilico, inspirado aunque algo irregular. El canadiense profundizó en el personaje del bufón hasta hacerlo suyo, y dio lugar interpretaciones muy personales. No en vano llegaron a referirse a él como Mr Rigoletto. La Magdalena de la mezzo norteamericana Isola Jones, una fija en el papel para el Met, ya era sugerente por la oscuridad y rocosidad de la voz entonces. Hoy es célebre también entre los aficionados jóvenes por su magnífico escote y su imponente presencia escénica. En el papel del matarife Sparafucile encontramos al bajo de Detroit Ara Berberian, con mostacho auténtico, creíble en lo actoral y afinadísimo.
Pavarotti aparece en la grabación como la estrella que era en aquel momento. Aunque su voz se ve forzada para adecuarse a la flexibilidad que exige el papel, la perfección en sus agudos, la musicalidad de la interpretación y la belleza de un timbre reconocible e inmortal le hacen indiscutible protagonista de la grabación. Probablemente su mejor Duca lo cantó en la década de los 70. Dramáticamente encontramos al tenor de Módena muy plano, más tabernario que áulico, confiado enteramente a las cualidades de su voz.
El público no perdonaba a las voces en aquella época y la exigencia era máxima en estos títulos. De ahí los rigurosos (aunque aislados) abucheos al final del cuarteto del tercer acto. Sin embargo, la ovación final prueba que entonces, como ahora, valía la pena escuchar esta versión de Rigoletto y cruzar las puertas del Met, ahora que felizmente se abren de nuevo.
Rigoletto Louis Quilico
Gilda Christiane Eda-Pierre
Duke of Mantua Luciano Pavarotti
Maddalena Isola Jones
Sparafucile Ara Berberian
Monterone Richard J. Clark
Borsa Charles Anthony
Marullo John Darrenkamp
Count Ceprano Norman Andersson
Countess Ceprano Betsy Norden
Giovanna Batyah Godfrey Ben-David
Page Nadyne Brewer
Guard Paul De Paola
Conductor James Levine
Production John Dexter
Stage Director David Sell
Designer Tanya Moiseiwitsch
Lighting designer Gil Wechsler
Choreographer Norbert Vesak
TV Director Brian Large