La música en la historia de la Patria Grande en Buenos Aires

La música en la historia de la Patria Grande en Buenos Aires
La música en la historia de la Patria Grande en Buenos Aires

Un nuevo ciclo, La música en la historia de la Patria Grande, dedicado a difundir el patrimonio musical hispanoamericano desde el barroco hasta los años de la independencia de los países hispanoamericanos en instrumentos de época se ha iniciado auspiciosamente en Buenos Aires.

El Museo Histórico Nacional de Buenos Aires, Argentina, es el escenario en el que se desarrollará este ciclo del que disfrutamos de su primer concierto dedicado a «Canciones, sonatas y danzas en Hispanoamérica, entre el despotismo ilustrado y la revolución» y en el que se brindó un recorrido más que interesante de obras de Joaquín Murgía, Antonio Vargas y Guzmán, Blas de Laserna, José Mauricio Nunes García y otras de autor anónimo, ejecutadas por la soprano Mercedes García Blesa, Ana Paula Segurola, fortepiano ca. 1813; y Gabriel Schebor, guitarra de 6 órdenes fabricada según modelo Juan Pagés, Cádiz 1808.

A través de la música un público que colmó el auditorio del Museo pudo viajar con su imaginación a las tertulias de las casas y las haciendas de los años en que se gestaron los procesos revolucionarios que darían origen a los estados americanos, a la par que descubrir un patrimonio virtualmente desconocido de piezas académicas y populares que nos permite entender la increíble fusión de elementos provenientes de culturas diversas cuyo caldero fue la hispanoamérica de entonces.

Así los elementos provenientes del barroco español se entremezclan con la influencia del clasicismo y los ritmos y aires de los pueblos originarios americanos y los que aporta la esclavatura negra.

El sutil y delicado el límite que separa lo académico de lo popular en la música nos muestra una sociedad donde los sectores sociales, aunque no se mezclan, conviven y se influyen mutuamente generando expresiones de una riqueza que vale la pena conocer para valorar en plenitud.

Los intérpretes son auténticos especialistas en este repertorio en particular y en la música barroca en general, habiendo explorado también el repertorio francés, y se han presentado en diversas salas del país y de los países vecinos así como también en Europa.

Mercedes García Blesa supo interpretar con gracia e inteligencia melodías en las que nunca deben saturarse los extremos, ni demasiado popular ni por demás académicos. Con bello timbre de soprano recorrió y expresó lo festivo, lo melancólico y lo doloroso de los textos haciendo gala de estilo y musicalidad.

Ana Paula Segurola ejecutó el fortepiano en el que se estrenó el Himno Nacional Argentino allá por 1813, sumando este dato otra emoción al disfrute de la música. Delicada intérprete, sus lecturas mostraron un conocimiento cabal de la técnica de la época, tan distante por cierto, de las exigencias de los instrumentos modernos.

Gabriel Schebor, por su parte, además de ilustrar con sabrosos comentarios introductorios el concierto para ubicar a los espectadores sobre el programa a disfrutar, puso su talento en evidencia brindándonos una cabal prueba de los recursos expresivos de la guitarra del principio del S. XIX.

En resumen, un auspicioso comienzo para La música en la historia de la Patria Grande que esperamos continuar gozando de la mano de un repertorio que cuanto más conocemos, más amamos.

Prof. Christian Lauria