Ópera en Tres Actos
Libro de Francesco Maria Piave, basado en “La Dama de las Camelias”, de Alexandre Dumas
Estrenada en el Teatro la Fenice de Venecia el 6 de marzo de 1853
Teatro Campoamor de Oviedo
19 de octubre de 2013, 20:00 horas
NUEVA PRODUCCIÓN de la Ópera de Oviedo, Festival de Verano de El Escorial, Quincena Musical de San Sebastián, Auditorio Baluarte de Pamplona y Gran Teatro de Córdoba
Susana Gómez nos traslada la acción de La Traviata a una suerte de surrealista época dorada de un Hollywood a la española que convence. La escena, minimalista, sin excesos, basada en una estructura de metacrilato que recuerda a una galería de museo, una gran caja que ayuda a centrarnos en los personajes, con espejos y paneles móviles que van delimitando los diferentes espacios, se convierte en un patio en el que desde improvisadas ventanas un coro ágil y entregado al drama observa todo lo que sucede en el centro, pesado y estático, que nos va anunciando lo inevitable. La luz, pobre a veces, tenue, lúgubre, ayuda a lograr el delicado efecto.
Plagada de detalles, además, desde los tricornios de los matadores españoles hasta los glamurosos vestidos, pasando por los abanicos de las zíngaras, esta producción está llamada a ser una de las más interesantes del panorama operístico internacional.
Un interesante juego de espejos contextualiza y refleja la sociedad española de los años 50. El vestuario de Gabriela Salaverri es exquisito: seda salvaje, tonos pastel, grises, rosas, azules, y esmoquin para los hombres.
Violetta revive y va hacia la luz. Arriesgado, pero muy hermoso.
La Orquesta Oviedo Filarmonía estuvo muy descriptiva, nerviosa a veces, delicada, redonda, acompañando en todo momento a los cantantes. El Director, Carlo Montanaro, estuvo muy acertado en toda la ópera, conduciendo el buque a un puerto seguro y acogedor.
Aquiles Machado empezó reservado, y firmó una escena expresiva y convincente. En el II y III Actos se fue creciendo, si bien un par de agudos se le descontrolaron un poco, e hizo gala de cierta nasalidad en algunos sonidos, algo que no le hace ninguna falta a su bellísima voz. Se le vio algo tenso en algunos momentos, pero el conjunto de su actuación fue más que bueno.
Ailyn Pérez fue una Violetta Valery delicada, sensual y rotunda, de clarísima dicción, sonido brillante y grácil coloratura. Susana se equivocó al hacerla subirse al diván al final de su aria, lo que le hace abrir el agudo para asegurarlo.
Gabriele Viviani se llevó la ovación de la noche, mostrando su excelencia vocal y escénica, haciendo gala de un elegante fraseo y una grandísima musicalidad. A la calidad y calidez de su instrumento se unió una potencia rotunda y muy controlada, con gusto y seguridad.
Entre el resto de solistas, todos ellos muy bien en sus respectivos roles, cabe destacar el trabajo de David Sánchez, como el Doctor Grenvil, Marta Ubieta, como Annina, José Manuel Díaz, en el rol del Marqués D’Obigny, Jon Plazaola, como Gastone, y la labor actoral de María José Suárez como Flora Bervoix.
Ovación de 8 minutos a término, repartidos equitativamente entre el coro, excelente y vibrante, los tres protagonistas y el resto del importante elenco.
FICHA ARTÍSTICA
VIOLETTA VALERY AILYN PÉREZ
GIOGIO GERMONT GABRIELE VIVIANI
ALFREDO GERMONT AQUILES MACHADO
ANNINA MARTA UBIETA
FLORA BERVOIX MARÍA JOSÉ SUÁREZ
GASTONE JON PLAZAOLA
BARÓN DOUPHOL CARLOS DAZA
MARQUÉS D’OBIGNY JOSÉ MANUEL DÍAZ
DOCTOR GRENVIL DAVID SÁNCHEZ
GIUSEPPE GONZALO QUIRÓS
CRIADO DE FLORA / MENSAJERO BRUNO PRIETO
ORQUESTA OVIEDO FILARMONÍA
CORO DE LA ÓPERA DE OVIEDO
DIRECTOR MUSICAL CARLO MONTANARO
DIRECTORA DE ESCENA SUSANA GÓMEZ
ESCENOGRAFÍA ANTONIO LÓPEZ
VESTUARIO GABRIELA SALAVERRI
ILUMINACIÓN ALFONSO MALANDA
COREÓGRAFO FERRÁN CARVAJAL
Alberto Núñez