Un año más el Teatro de La Zarzuela programa una zarzuela del género chico con jóvenes y para jóvenes principalmente en el llamado proyecto Zarza. La verbena de la Paloma de Bretón fue el título elegido para esta temporada. 14 funciones a lleno total. La mitad para estudiantes de colegios y la otra mitad para público general entre el que se encontraban también muchos jóvenes y niños. Todos respondieron con entusiasmo a estas representaciones.
La producción ha sido de Pablo Massiez, quien no ha estado excesivamente acertado al contar la historia, planteándola en un escenario que figuraba un gimnasio donde se trabaja en diferentes actividades.
La dirección escénica tuvo un buen trabajo protagonizado por un grupo de jóvenes, ninguno cantante lírico que supo conseguir una estrecha comunicación con el público con actuaciones sobresalientes.
Una orquesta reducida y al piano el director Oliver Díaz. Aquí estuvo lo mejor. Toda la magnifica música de Bretón sonó esplendida con una dirección inspirada y muy eficaz.
Al final de la representación se mantuvo un coloquio entre el público y los protagonistas con preguntas de innegable interés e iguales respuestas. Grandes aplausos para todos.
Francisco García-Rosado