Sala Verde de los Teatros del Canal de Madrid. 13 Abril 2014. El director de los Teatros del Canal, Albert Boadella, suele incluir en la programación algún título operístico. Si el año pasado fue Pepita Jiménez, este año ha correspondido el turno a esta ópera de Francis Poulenc, muy adecuada para un teatro pequeño, teniendo pocas exigencias escénicas y vocales. La protagonista era la soprano navarra María Bayo, que llega a esta ópera un tanto tarde, ya que su autor no quería como Elle (el personaje no tiene nombre propio) una mujer madura, eligiendo para su estreno a Denise Duval, que entonces contaba con 37 años de edad. María Bayo tiene casi 20 años más. La interpretación de María Bayo se ha movido entre la melancolía y elegancia de una Felicity Lott y el ardor y desesperación de Ángeles Blancas, a quien tuve la suerte de ver en la mejor interpretación que puedo recordar de este personaje.
La Bayo se encuentra cómoda en francés, como lo ha demostrado en otras ocasiones y, particularmente, en sus recordadas Melisandes del Teatro Real, y se desenvuelve bien en escena. Vocalmente, la he encontrado en buen estado, con la voz en buenas condiciones y bien manejada. En conjunto, se puede considerar una respetable interpretación. La dirección musical corrió a cargo de Ernest Martínez-Izquierdo, que llevó la ópera con buen pulso y mucho cuidado, acompañando bien a la protagonista. A sus órdenes estuvo la Orquesta Sinfónica Verum, cuyo nombre responde a las bodegas que la patrocinan. La orquesta está formada por jóvenes músicos y la impresión que ha dejado ha sido buena. Dadas las características del teatro, la orquesta se situaba al fondo del escenario. En cuanto a la producción escénica de Paco Azorín, puedo decir que ha sido adecuada, aunque en esta ópera no se sabe si la interpretación es obra de la protagonista o del director de escena. La escenografía, del propio Paco Azorín, ofrece una gran habitación con algunos elementos de atrezzo, como una bañera, un espejo, una lámpara, una butaca y unas cuantas maletas y baúles. El vestuario de María Araujo es adecuado, haciendo que María Bayo se cambie varias veces de modelo antes de empezar la ópera para mostrar su nerviosismo e inseguridad. Correcta la iluminación de Pedro Yagüe. Hay unas proyecciones de video en la parte superior del escenario, que me resultaban difícil de ver, dada mi ubicación en las primeras filas del teatro. Para completar el espectáculo se ofreció el Concierto para Dos Pianos y Orquesta, de Poulenc, antes de dar paso a la ópera. El teatro estaba prácticamente lleno y el público dedicó una muy buena acogida a María Bayo, que compartió saludos con Ernest Martínez-Izquierdo y los dos pianistas,
La ópera tuvo una duración de 45 minutos. Tres minutos de cálidos aplausos finales. El precio de la localidad más cara era de 44 euros, costando la más barata 19 euros.
José M. Irurzun
