Sasibill, la Agrupación Lírica de San Sebastián, trae a la ciudad dos grandes títulos con fragmentos musicales conocidos y populares
LAS ZARZUELAS
‘La verbena de la Paloma’. La música de Tomás Bretón acompaña a las fiestas madrileñas en un espectáculo popular y divertido. Hoy y mañana a las 19.30 horas en el Victoria Eugenia.
‘La del Soto del Parral’. El dramatismo y la expresividad caracterizan a esta zarzuela. El viernes y el sábado a las 19.30 horas en el Victoria Eugenia.
El ambiente festivo madrileño y fragmentos tan conocidos como la habanera ‘¿Dónde vas con mantón de Manila?’ llegan al teatro Victoria Eugenia de la mano de Sasibill, la Agrupación Lírica de San Sebastián. ‘La verbena de la Paloma’ y ‘La del Soto del Parral’ son los dos títulos que se podrán disfrutar en la ciudad. Dos obras muy distintas pero muy representativas de este género musical.
‘La verbena de la Paloma’ será la encargada de abrir estas jornadas de zarzuela, hoy a las 19.30 horas. «Es una obra muy entretenida, con ambiente madrileño. Es chispeante y reconocida por las seguidillas», la definió ayer el productor Josean García. A don Hilarión, un maduro boticario, le gustan dos hermanas. La dura decisión a la que se debe enfrentar, elegir a la morena o a la rubia, desencadena esta trama de enredos y escándalos. Para el joven director musical Arkaitz Mendoza esta obra es «divertida, popular e incluso irónica. Con muchísimo ritmo y con momentos muy conocidos. No tiene grandes momentos de expresividad más dramática pero hay que estar muy enérgico en todo momento, para que todo fluya».
Totalmente diferente es ‘La del Soto del Parral’, con una historia que transcurre en la Segovia del siglo XIX. «Tiene un contenido más de zarzuela grande, más dramática, con mucha musicalidad y grandes dúos», explicó García, para el que era importante traer dos piezas distintas para que el espectador disfrute de la variedad. Miguel Ángel Jiménez interpreta en esta zarzuela al tío Prudencio, y también acudió ayer a la presentación del espectáculo. «La zarzuela es una droga», afirmó tajante. «La juventud no sabe lo que es. Sabe que les gusta mucho a sus padres y que es algo del pasado. Muy bonito para ellos y ya está. Pero en el momento en el que ven solamente una, es adicción», añadió. Opinión que compartió Mendoza, y que completó con experiencias propias de amigos que quedaron sorprendidos al asistir a una representación por primera vez. Destacó que los precios no son una «barbaridad» y aconsejó a la juventud que «no tenga reparos en acercarse».
