El Instante Fundación estrena esta tarde a las 19:30 la zarzuela Se Vende, en un intento de reactualizar el género tanto en lo musical como en lo dramatúrgico. Con música de Jesús Rueda, David del Puerto y Javier Arias, y libreto de un misterioso J.M. Fernández Shaw, esta zarzuela es el resultado de la colaboración de un grupo de creadores reunidos por El Instante Fundación, entre los que se encuentran los directores de cine Javier Rebollo y Fran Marise, el escritor y filósofo Antoni Muntadas y el artista multimedia Ignacio Gómez de Liaño. La puesta en escena y la escenografía correrán a cargo de José María Sicilia mientras que Albert Skuratov será el director musical.
En palabras de El Instante Fundación, esta zarzuela es “un juego de espejos con citas constantes en el que el objeto es el reflejo del reflejo y no el falso original y donde la música transita transversalmente entre los diversos géneros populares, históricos y contemporáneos”. La trama de la misma es doble, de modo que realidad y ficción intercambian sus papeles. Los espectadores conocerán a un grupo de jóvenes que comparten sus ilusiones e intereses en las redes sociales, las mismas redes en las que políticos y celebrities buscan notoriedad “vendiendo su tiempo”. Las famosas Time de Rien, Nada Time y Timo Time, encarnadas respectivamente por las sopranos Soledad Cardoso y Maylín Cruz, y la mezzosoprano Sandra Pastrana, serán subastadas por el Martillo, interpretado por el barítono Xavier Mendoza. Estarán acompañados por La Madrid Festival Orchestra (orquesta en residencia de El Instante) y el Coro Joven Filarmonía. Los actores Miguel Marinas, Ignacio Vicens, Paula Calvo, Guillermo Ruíz, Sara Alonso, Judit Mentado, Jordi Moya y Cristina Feito completan el reparto.
El Instante Fundación nació en 2017 con el objetivo de reunir a personas de diferentes ámbitos y especialidades de la ciencia y la cultura en una idea de acción colectiva que reflexione sobre nuestro tiempo. Así pues, en esta primera zarzuela, El Instante ofrece una particular mirada sobre la realidad española de los últimos años, determinada por la corrupción, la censura, el nacionalismo, la subordinación a las redes sociales o la enfermedad.
Redacción OW
