Las horas vacías de Ricardo Llorca, llenas de delicia artística

horas vacías de Ricardo Llorca Por María Pardo

La música contemporánea siempre ha sido más difícil de escuchar, sobre todo porque depende de nuestra cultura musical, del desarrollo de nuestra cóclea y de nuestra apertura intelectual. Pero nunca me ha sucedido que, escuchando este tipo de música, las melodías hayan aparecido dando vueltas por mi cabeza.

Ha sido todo un acierto esta coproducción de Las horas vacías del Teatro Real con los Teatros del Canal y la colaboración de The New York Opera Society y HighC Music para hacer la versión escénica de esta ópera que no es clásica ni es contemporánea desde un punto de vista estético, pero es original, cruda y amable: un regalo atrevido y actual para nuestro repertorio español. ¡Bien por Ricardo Llorca! Un compositor alicantino con unos cuantos premios a sus espaldas que ha desarrollado su carrera fundamentalmente en Nueva York. Aplaudo su elección de echar “la mirada hacia atrás” y echar mano de “las estructuras y los conceptos clásicos de la música”, tal y como afirma él mismo.

Un momento de Las horas vacías de Ricardo Llorca                                                              (c) Teatros del Canal 2021

 

Esta ópera/monodrama es una oda a la soledad femenina en el siglo XXI. Abre esta obra el piano, ejecutado por Eduardo Fernández, con notas ingenuas, limpias, claras a las que se une el resto de cuerdas y cuya originalidad consiste en que el coro se sume adaptando una obra renacentista del Cancionero de Palacio de Juan del Encina (‘Pues que jamás olvidaros’) y que termina diciendo que “todo va bien”. La música que sigue a esta brillante presentación es un aderezo de disonancias y ritmos sincopados llenos de expresividad cosmopolita y estrés urbano así como de sonidos íntimos y sin pudor. La dirección de Alexis Soriano es meticulosa y sensible, consigue que no haya líneas de separación entre la orquesta, el coro, la soprano y la actriz. Es un todo fluido.

El trabajo de José Luis Arellano García, director de escena; Silvia de Marta, escenógrafa; Miguel Ángel Milán, figurinista; Miquel Àngel Raió, videocreador; Chevi Muraday, coreógrafo; y Juan Gómez Cornejo – AAI, iluminador, conforma un conglomerado que da un sentido coherente a la representación y crea una atmósfera en la que el espectador se termina sintiendo un voyeur intruso en la intimidad de una mujer que sale de su concha cada viernes, sin testigos ni jueces, y que despliega su relación erótica y tormentosa con su propia soledad.

El coro titular del Teatro Real nos ofrece, como nos tiene habituados y bajo la dirección de Andrés Máspero, momentos deliciosos, representando la voz del resto del mundo, los de fuera, los jueces implacables, los verdugos de cada jornada de trabajo de la mujer.

Sonia de Munck y Mabel del Pozo en Las horas vacías de Ricardo Llorca                              (c) Teatros del Canal 2021

Sonia de Munck, (la mujer-soprano) y Mabel del Pozo (la mujer-actriz), se complementan perfectamente. Sonia de Munk, de voz ligera, fácil y ágil le da la réplica atrevida y sensual a la interpretación actoral de Mabel del Pozo, atormentada, de filosofía erótica y vida destrozada por la creencia de que “los hombres son crueles y torpes,… y las mujeres también. El mundo es todo vanidad”… “Yo te he creado con trozos de otras personas para que me destruyas”. Cuenta cómo encontró junto a un perro vagabundo el refugio donde nadie pudiera encontrarles y hacerles daño: su fantasía. Ahí es donde “sus horas más felices eran las horas más calladas” para llegar a la conclusión de que “sólo es un cuerpo frágil” que sólo es libre los fines de semana, a partir de los viernes, cuando se acaban las horas vacías de la semana.

Desde luego, es todo un espectáculo lleno de sencillas sensaciones visuales y auditivas que no deja indiferente al espectador: perturbador algunas veces, alegres otras, con el consuelo de que, en el fondo, “todo va bien”.

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Teatro Real de Madrid, a 10 de noviembre de 2021. Las horas vacías, música de Ricardo Llorca y libreto de Ricardo Llorca y Paco Gámez. Alexis Soriano, director musical. José Luis Arellano García, director de escena.  Silvia de Marta, escenógrafa. Miguel Ángel Milán, figurinista. Miquel Àngel Raió, videocreador. Chevi Muraday, coreógrafo.  Juan Gómez Cornejo, AAI, iluminador. Coro y Solistas de la Orquesta titular del Teatro Real. Eduardo Fernández, pianista. Andrés Máspero, director del coro. Sonia de Munck, (la mujer-soprano) y Mabel del Pozo (la mujer-actriz). horas vacías de Ricardo Llorca