“Las muertes” de Ferruccio Furlanetto en La Scala

                                                    Ferruccio Furlanetto La Scala Por Bernardo Gaitán

Evidentemente enfermo, con una constante molestia nasal y faríngea que trataba de disimular, salió al escenario del Teatro alla Scala el connotado bajo Ferruccio Furlanetto para ofrecer un recital como solista. En programa, un mix de géneros, estilos, idiomas y compositores que una personalidad como el cantante italiano puede permitirse interpretar en el ocaso de su carrera profesional.

Ferruccio Furlanetto (c) Igor Saharov

La noche abrió con las Vier ernste Gesänge (Cuatro canciones serias) Op. 121 de Johannes Brahms. La elección fue muy apreciada, pues al ser un ciclo para bajo no es tan común de escuchar en un país donde las voces agudas predominan en los calendarios de los teatros. Los textos tomados de la Biblia de Lutero por Brahms tratan de la muerte, de la fugacidad de la vida con un final de fe y esperanza. Un conjunto de emociones que Furlanetto trató de transmitir, aunque al estar concentrado con la mirada clavada en la partitura no lo logró realizar con plenitud.      Ferruccio Furlanetto La Scala

En el segundo bloque llegó el turno de las Canciones y danzas de la muerte, el funesto y obscuro ciclo de cuatro piezas compuesto por Modest Musorgsky. La interpretación de Furlanetto fue igualmente carente de emociones, aunque vocalmente no hay nada que reprochar. A pesar de su incomodidad vocal, su voz robusta y cavernosa estuvo siempre presente y sirvió la partitura de manera afinada y precisa. Pudiendo interpretar una madre a quien su hijo le muere en brazos (Canción de Cuna) o a un borracho que muere de frío en la calle (Trepak), una sacudida histriónica hubiera sido muy apreciada.

Para terminar la primera parte del recital ofreció un par de piezas representativas de Sergei Rachmaninov, donde mostró su talento en la puntual pronunciación del ruso. Tanto En el silencio de la noche misteriosa Op.4 No.3. como la famosa y emotiva Aguas primaverales Op.14 No.11 fueron bastante aplaudidas.

Tras el intermedio llegó el turno de la ópera. Como primera parte, una trilogía mozartiana muy reveladora de la actual situación vocal del bajo friulano de 72 años: In diesen heilgen Hallen de La flauta mágica, Non più andrai farfallone amoroso de Las bodas de Figaro y Madamina, il catalogo è questo de Don Giovanni. Sin duda fue la parte más lastimera de la noche, pues bien dicen los doctos del clasicismo que ‘Mozart es una radiografía de la voz’ y evidentemente la voz del maduro bajo ya no es apta para este tipo de repertorio. Notorias oscilaciones justificando un vibrato innecesario o una pueril interpretación de las últimas arias en italiano representaron un bache en esta parte del programa.      Ferruccio Furlanetto La Scala

Como por arte de magia, como si todo el programa interpretado con anterioridad lo hubiera interpretado otra persona, para cerrar el recital el verdadero Ferruccio Furlanetto se hizo presente. La escena de la muerte de Don Quichotte de la pluma de Jules Massenet dejó atónitos a los asistentes. Dejando el atril de lado y actuando como un verdadero monstruo del escenario, Furlanetto mostró esa sensibilidad de la que careció todo el programa anterior. Conmovió hasta las lágrimas en los compases finales de la escena mientras recitaba “qui me fait signe… qui m’attend!” con el brazo estirado, tratando de tocar la luz que veía su agonizante personaje.

Con la misma emotividad volvió a morir en el escenario, ahora encarnando a Boris Godunov durante la escena de la muerte de la ópera homónima de Modest Musorgsky. Es evidente la abrumadora experiencia que tiene interpretando este repertorio, y es notorio además que le apasiona hacerlo. Matizando y enfatizando todos los requerimientos técnicos como Godunov, volvió a robarse los aplausos que por fin se estaba mereciendo.      Ferruccio Furlanetto La Scala

Para cerrar la noche ofreció una muy emotiva y melancólica interpretación de Ella giammai m’amò de Don Carlo de Giuseppe Verdi. Su actuación como Filippo II fue la mejor manera de culminar esta obscura y macabra trilogía, que también le valió efusivos aplausos. Además, dejó claro que su registro grave sigue aún intacto.

Al piano para este y otros conciertos programados con el mismo repertorio estuvo Natalia Sidorenko. La pianista rusa dominó todos los géneros con maestría y precisión. Su técnica es impecable y su capacidad como pianista acompañante es asombrosa, siguiendo y complaciendo siempre los requerimientos de su cantante. Un poco inquietante fue el hecho de que fuera incapaz durante las más de dos horas que duró el programa de regalarnos una sonrisa al caluroso público milanés que la celebraba copiosamente.

Tras dos llamadas del público con sus entusiastas aplausos, Furlanetto anunció el único bis de la noche, la cavatina Vyestabor spit (Todo el campamento duerme) de la ópera Aleko de Sergei Rachmaninov.      Ferruccio Furlanetto La Scala

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Teatro alla Scala, 6 de febrero de 2022. Recital de Ferruccio Furlanetto, bajo. Natalia Sidorenko, piano. Opera World