Las Mujeres de Strauss. Gala Lírica. A Coruña

Palacio de la Ópera, 13 de septiembre de 2014. A Coruña

Lise Lindstrom (Soprano), Daniela Sindram (Mezzo), Maria José Moreno (Soprano), Mercedes Arcurí (Soprano)

Orquesta Sinfónica de Galicia; Gunter Neuhold (director)

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Tras el notable éxito alcanzado con la Traviata inaugural, la temporada lírica herculina afrontaba su segunda gran cita con una gala straussiana en conmemoración del 150 aniversario del nacimiento del compositor germano pero dedicada al recuerdo de la figura de la notable soprano coruñesa María Luisa Nache. Cierto es que la desaparecida cantante gallega no frecuentó en exceso la producción del bávaro sino que destacó especialmente en el repertorio italiano, donde todavía se recuerdan sus registros de Turandot, junto a Franco Corelli y, especialmente, disputando a la Callas el amor de Giasone, bajo la batuta de Bernstein, en la histórica grabación de la Medea de Luigi Cherubini. Sin embargo, pocas glorias vocales españolas han gozado de un homenaje musical póstumo de tanta calidad artística como el de esta Gala Strauss.

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El programa se presentaba bajo el epígrafe de “Las mujeres de Strauss” y, bajo esta divisa, recogía algunos de los fragmentos más populares y sobresalientes que la pluma del muniqués nos ha dejado, siempre intercalados con diversos fragmentos orquestales también procedentes de sus óperas. No en vano, la predominancia de la figura femenina es uno de los principales rasgos característicos de un catálogo que nos ha proporcionado personajes tan dispares como Salomé, la Mariscala o la Condesa Madeleine; todas ellas mujeres de carne y hueso, seres imperfectos pero extraordinarios al mismo tiempo, y con características musicales y psicológicas radicalmente opuestas a las de las heroínas de su amado Richard Wagner.

Para hacer frente a un programa tan exigente en lo vocal, la gala combinaba la presencia de artistas de consolidada trayectoria como Lise Lindstrom, María José Moreno o Daniela Sindram con la emergente voz de la exitosa soprano bonaerense Mercedes Arcurí, siempre acompañadas por la Orquesta Sinfónica de Galicia bajo la dirección de Gunter Neuhold.

MIGUEL ANGEL FERNANDEZ

Fue precisamente la argentina quien, tras el fragmento orquestal de El Caballero de la rosa, abordó el “Großmätiche Prinzessin” de la Ariadne auf Naxos. Una página extensa y de endiablada pirotecnia vocal, verdadero escollo en el repertorio d’agilitá (el propio compositor decidió reducir y facilitar tonalmente el fragmento en su revisión de 1916), que requiere una soprano con gran dominio de las coloraturas y un registro de cabeza suficientemente extenso para ascender en repetidas ocasiones al do, re y mi sobreagudos. Mercedes Arcurí resolvió el reto con seguridad, solvencia y bello timbre, que no es poco, aunque quizá se apreció un cierto grado de uniformidad en su interpretación de la coqueta Zerbinetta. Es la suya una voz más de lírico-ligera que de ligera propiamente dicha, lo que jugó a su favor, en especial, antes del rondó. La pequeña pérdida de afinación en la cadenza previa al “Als ein Gott” no puede empañar una intervención más que destacada.

MIGUEL ANGEL FERNANDEZ

Daniela Sindram presentaba sus credenciales en el palacio coruñés en un repertorio en el que se desenvuelve a la perfección. Gracias a su amplio volumen y generosos medios vocales se mostró vehemente y entregada como el compositor de la Ariadne, y más matizada y atenta a sus compañeras en su cometido de Octavian en el maravilloso terceto y dúo final que cierra Der Rosenkavalier. Le acompañaban aquí las sopranos Lise Lindstrom y una María José Moreno que no deja de sorprendernos. En una sala en la que es especialmente apreciada, la granadina supo cautivar en un repertorio inhabitual para ella, presentando una Sophie musical, sensible y bellamente cantada. A Lindstrom se le aguardaba con gran interés desde su excelente encarnación de la princesa Turandot en 2009. Para ella estaban destinadas los “platos fuertes” de la velada que cerraban cada una de las partes del programa y no defraudó, respondiendo ampliamente a todas las expectativas. La americana derrocha autoridad vocal, con un dominio absoluto del escenario y, con aparente facilidad, resolvió las terribles dificultades del “Allein!” de la Elektra y del espectacular monólogo final de Salomé. Su canto es brillante pero de cuidada línea, sin caer en los excesos trágicos de tantas otras intérpretes. Lindstrom encuentra su punto débil en un registro grave de menor entidad pero a cambio sus desesperados “Agamemnon”, sus ascensos al do y sib sonaron espectaculares, imponiéndose a la grandiosa sonoridad de una completísima plantilla orquestal.

MIGUEL ANGEL FERNANDEZ

Gunter Neuhold, hasta hace pocas fechas titular de la BOS, dirigió sin sorpresas pero manejando con eficacia y precisión a una Orquesta Sinfónica de Galicia que, como es habitual, rindió a un nivel sobresaliente y nos permitió disfrutar de la extraordinaria orquestación Straussiana. Unos mimbres sólidos que, quizá, vista la excelente acogida por parte del público coruñés permiten augurar la incorporación a futuras temporadas de alguna de los emblemáticas óperas del autor bávaro. Entretanto, un nuevo éxito para la Asociación de Amigos de la ópera de A Coruña.

Carlos Enrique Pérez