Las nuevas cantantes de ópera

MANUEL MUÑOZ. 19/01/2013 Angela Gheorghiu dice sentirse cómoda con el calificativo de «diva»; mientras que Anna Netrebko recuerda como era conserje del Teatro Mariinski cuando fue descubierta por Valeri Gergiev

VALENCIA. El mundo de la ópera y del canto en general en el ámbito de la mal llamada ‘música clásica’ parece hoy en día muy alejado de lo que era allá por los años cincuenta y sesenta del pasado siglo, cuando triunfaron las grandes divas como Maria Callas, Renata Tebaldi o la catalana Montserrat Caballé, que aunque ahora canta en público en alguna ocasión, está prácticamente retirada de los escenarios.

Si no desterrado, hoy parece al menos estar en crisis el concepto antiguo de la diva como figura excéntrica y caprichosa, dotada de unas cualidades casi sobrenaturales y milagrosas. No obstante entre los nombres actuales más destacables de la lírica no falta quien como la rumana Angela Gheorghiu dice sentirse cómoda con el apelativo de «diva». Es, en cualquier caso, una excepción en unos tiempos que parecen haber desterrado ese concepto.

Yo destacaría cuatro nombres de voces femeninas en la actualidad, dos sopranos y dos mezzosopranos, todas ellas nacidas después de 1965, con lo que se encuentran en un momento de plenitud vocal. Las dos sopranos son la citada Angela Gheorghiu, nacida en 1965, y la rusa, nacionalizada austriaca, Anna Netrebko, nacida en 1969. Las mezzosopranos son la italiana Cecilia Bartoli y la estadounidense Joyce DiDonato, nacidas en 1966 y 1969 respectivamente.

Gheorghiu inició una fulgurante carrera internacional a raíz de una Traviata que interpretó en el Covent Garden en 1994 a las órdenes de Georg Solti y que fascinó a todo el que la oyó. Yo tuve la fortuna de escuchar la retransmisión por radio y me sorprendió la calidad de la voz y la perfección técnica de alguien que ese momento era totalmente desconocida. Esa grabación, que sigue siendo una referencia, está en DVD y en disco compacto en Decca.

CRÍTICAS A LOS MONTAJES ESCÉNICOS

Gheorghiu es conocida, además de por su espléndida voz, por su matrimonio con el tenor francés Roberto Alagna, con quien ha cantado en alguna ocasión en Valencia, y también, como decía, por su vocación de diva. Al igual que la alemana Waltraud Meier, ha criticado públicamente con frecuencia los montajes escénicos que se alejan de lo establecido en los libretos de las óperas, hoy tan frecuentes.

Pero Gheorghiu no se limita a emitir esas opiniones. Es famosa su espantada al Teatro Real de Madrid al negarse a cantar en una Traviata que abría la temporada 2003-2004, responsabilidad de Pierluigi Pizzi, y que a mí que la vi me pareció bastante razonable, sobre todo en comparación con algunas otras cosas que he visto en ópera y que eran verdaderas traiciones a las respectivas obras.

Eso sí, Pizzi trasladaba la acción del siglo XIX al París de la ocupación alemana en los cuarenta del siglo XX. «Me siento muy feliz de ser una diva y de estar obligada a comportarme como tal», confesaba Gheorghiu en una entrevista publicada por la revista Ritmo, sin ocultar que está «en contra de los antidivos y las antidivas».

ANNA NETREBKO, PAREJA DE ENSUEÑO CON RICARDO VILLAZÓN

Anna NetrebkoNo sé si se puede calificar de antidiva, pero la rusa Anna Netrebko no parece estar en la onda de la Gheorghiu. Fue descubierta por el director de orquesta Valeri Gergiev y aúna, como la rumana, las buenas condiciones vocales con una espléndida figura escénica y buenas dotes de actriz.

Debutó en Estados Unidos en 1995, con solo 24 años al cantar en la Ópera de San Francisco Ruslán y Ludmila de Glinka. Ha formado lo que algunos críticos consideran una pareja de ensueño con el tenor mexicano Rolando Villazón,una de las voces masculinas más destacadas de los últimos años.

La Traviata de ambos en el festival de Salzburgo de 2005, con dirección musical de Carlo Rizzi, causó sensación, así como una más reciente Bohème también con Villazón. Ambas grabaciones están en DVD o CD en Deutsche Grammophon.

CECILIA BARTOLI Y JOYCE DIDONATO, LAS SUPERVENTAS DEL CANTO

Tanto Cecilia Bartoli como Joyce DiDonato son mezzos coloratura, con gran dominio de la agilidad vocal, lo que las hace idóneas para el repertorio belcantista.

Joyce DiDonatoLa primera, que ha cantado varias veces en Valencia y volverá al Palau de la Música el próximo 11 de marzo ha logrado transcender el público de la clásica para acceder a sectores mucho más amplios a través de unas muy cuidadas técnicas de marketing.

Bartoli, que graba para Deccaacaba de poner en circulación la versión en DVD y Blu-ray de su último disco, Mission, dedicado a obras del compositor italiano Agostino Steffani(1654-1728), grabado en un lugar tan fotogénico como el Palacio Real de Versalles, en Francia.

DiDonato, que graba para Virgin, tiene además de sus excepcionales condiciones vocales, una especial fuerza dramática. Una idea de ello la da el hecho de que en una representación en julio de 2009 de El Barbero de Sevilla se rompió el peroné al resbalar en escena. No solo acabó de cantar la función con muletas, sino que hizo las que quedaban en silla de ruedas con unas enormes dosis de gracia y soltura.

Cecilia Bartoli