El día 3 de Julio, en el marco del Miami Summer Festival de la FIU, se puso en escena Las bodas de Fígaro. Con Michael Rossi en el podio, la producción alcanzó un nivel de brillantez que hacía olvidar que la mayoría de los cantantes aún no eran totalmente profesionales. Así lo reconoció el público que aplaudió si cabe con más entusiasmo que en La Flauta Mágica de días atrás. Rebecca Henriques entregó una Contessa maravillosa, con clase y dulzura. Natalie Havens, como Querubino, obtuvo grandes aplausos por su canto y no menores risas por su humor. Igualmente brillante la Susanna de Jessica Fishenfeld. El Almaviva de Aaron Keeney lo muestra como un joven talentoso de gran porvenir. Pero no menos brillante resultó Attila Dobak en el rol titular, portador de una voz de gran proyección y belleza. Cumplidos Antonia Denavit y Reeves en sus papeles menores. Especial mención para Magda Ballester en Barbarina y para Wagner que le dio un giro divertidísimo a su Basilio que se ganó muchas risas. Los trajes, coordinados por Camilla Haith, eran de primera. Aquí los coros volvieron a cumplir con excelencia su labor, y nuevamente el público ovacionó de pie.
FIU dice que no tiene espacio (tema para otro artículo), y aunque hay muchas áreas verdes en el recinto que deben ser aprovechadas, sin duda tienen que ir pensando en un teatro más grande. Si este festival de verano sigue así todos los años, el Wertheim no dará abasto.
Daniel Fernández