Lise Davidsen: carisma nórdico

Lise Davidsen
Lise Davidsen

Álbum debut en el sello Decca de la joven soprano noruega Lise Davidsen (Stokke, 1987) en el que ofrece un recital con obras de Richard Wagner y Richard Strauss secundada por la Philarmonia Orchestra bajo la dirección de Esa-Pekka Salonen. Pese a su juventud, Davidsen está llamada a convertirse en una de las más sobresalientes y carismáticas sopranos wagnerianas del momento presente, hasta el punto de ser una especie de Birgit Nilsson redivida, pues las afinidades vocales con la legendaria cantante nórdica son manifiestas. Davidsen parte de unos medios muy privilegiados: un color oscuro de soprano dramática con un centro de gran carnosidad y unos poderosos agudos, a lo que hay que añadir su controlado vibrato y una capacidad para aumentar el sonido partiendo de notas a media voz que se abren camino hacia el forte (a la manera de la messa di voce italiana) que se convierte a la larga en una característica distintiva de su estilo canoro.

Lise Davidsen ha cantado ya en algunos de los mejores escenarios de ópera de todo el mundo y ha recibido numerosos reconocimientos, entre los que se encuentran el primer premio y el de la audiencia en el concurso Operalia además del primer premio en el concurso Queen Sonja, ambos en 2015. Todo este recital en Decca, casa discográfica con la que ha firmado un contrato de exclusividad en mayo de 2018, se convierte en un absoluto deleite para los oídos, no sólo por el indiscutible arte vocal de la Davidsen, que sabe dotar de variada expresión al repertorio elegido, -en su mayoría páginas imbuidas de una nostalgia crepuscular-, sino por la majestuosa dirección del maestro finés Esa-Pekka Salonen, que extrae el mayor rendimiento de la londinense Philarmonia Orchestra. Ya que su voz, por timbre y extensión, reúne las condiciones óptimas para las heroínas del drama musical wagneriano, resulta una lástima que Davidsen haya incluido únicamente dos páginas del compositor de Leipzig, precisamente de la ópera de Wagner con la que este año 2019 debuta en el Festival de Bayreuth a las órdenes de Valery Gergiev, Tannhäuser, con dos arias de Elisabeth: el de entrada en el acto segundo, que la cantante aborda con vigor vitalista, y la hermosa plegaria del acto tercero.

Pero tras el breve prólogo wagneriano, llega su sucesor natural, Richard Strauss, que viene a ser el gran protagonista de este trabajo discográfico, del que la noruega despliega una amplia oferta de canciones, cada una de ellas cuidadosamente expresadas y matizadas, incluyendo las Vier Lieder op. 27 (que se pueden ver como un delicioso ensayo de sus “letzte”, entre las que se encuentran “Cäcilie” y la ensoñadora “Morgen”), así como Wiegenlied y Malven, la última canción descubierta del bávaro en una fecha tan tardía como 1984. Antes, la soprano brinda una página operística straussiana: el aria “Es gibt ein Reich” de Ariadne aux Naxos, título con el que realizó su debut en Glyndebourne en 2017. Pero sin duda el gran atractivo es el acercamiento a los Vier letzte lieder, donde Davidsen, una de las cantantes más jóvenes en grabarlos, se une a la amplia nómina de sopranos que han defendido estos lieder a lo largo de la historia del disco, ofreciendo su propia personalidad musical, y que le sirve para exhibir toda la sedosidad de su cuerda emitiendo un canto melismático de auténtico ensueño en “September” o “Beim Schlafengehen”. Requiere especial atención el tempo, dilatadísimo, que Salonen destina a la postrera canción, “Im Abendrot”, alcanzando cotas que rayan lo trascendente. Maravilloso epílogo para un formidable trabajo que encumbra la carrera de una soprano nacida para el arte musical alemán.

Germán García Tomás