Mahan Esfahani y Concerto Köln. Time Present and Time Past. Placer inesperado en un repertorio heterogéneo.

Mahan Esfahani y Concerto Köln. Time Present and Time Past. Placer inesperado en un repertorio heterogéneo.
Mahan Esfahani y Concerto Köln. Time Present and Time Past. Placer inesperado en un repertorio heterogéneo.

Mahan Esfahani puede no ser un nombre que despierte la imaginación del gran público, pero se trata sin duda alguna de uno de los agentes que están provocando un renacimiento del clave como instrumento más allá del Barroco. En este nuevo proyecto, titulado Time present and time past, ha reunido en un disco piezas del tiempo dorado del clave y otras del presente (o el pasado más cercano) en una playlist que puede ser vista casi como un concepto o un recital en si mismo.

Las piezas del pasado están unidas, excepto el Concierto para clave BWV 1052 de Bach, por el vínculo de una de las melodías más famosas del Barroco, Las folías de España. Siendo muy común que cada uno hiciera con ella lo que quisiera, en este disco encontramos variaciones de hasta tres compositores, Alessandro Scarlatti, CPE Bach y Francesco Geminiani, estando esta última disfrazada de concerto grosso. En estas obras despliega Esfahani una sonoridad que, aunque muy de época (no en vano está tocando un clave), adopta tintes modernos, como queriendo relacionar el Barroco con el presente o buscando un sonido híbrido que funcione con todos los estilos. La orquesta que le acompaña, Concerto Köln, se muestra firme y severa ante un Esfahani que aporta el tinte imaginativo.

El tiempo presente está representado en este disco por Henryk Górecki, compositor que alcanzó una improbable fama con su tercera sinfonía, De las canciones tristes, y por Steve Reich. Del primero encontramos un brevísimo Concierto para clave, Op. 40, que en su primer movimiento se muestra ruidoso y obstinado, aunque muy excitante, y que solo necesita de nueve minutos para mostrar sus densas ideas. En la obra Piano phase for two pianos, de Reich, encontramos un arreglo realizado por Esfahani y aprobado por el propio compositor en el que el clavecinista se enfrente a una versión pre grabada de si mismo. Las dos obras aportan a las anteriores, más que un contraste, una continuidad, en un intento de aportar coherencia a un repertorio que podía resultar aleatorio a primera vista.

Este es uno de los discos más originales que se han publicado recientemente y, aunque tanto clave (y, en ocasiones, tan machacón) puede resultar repetitivo, puede ser una gran elección para pasar un rato original o regalar a su amigo más hípster.

Miguel Calleja Rodríguez