Marina. Emilio Arrieta. Madrid

Es la crónica de un triunfo anunciado. Porque la ‘nueva’ Marina está saliendo a flote representación tras representación, léase con enorme éxito de público y crítica, en el Teatro de la Zarzuela. Porque, por primera vez, la inmortal creación de Emilio Arrieta se ha subido a las tablas del templo del género lírico con un triple elenco magnífico, y una versión íntegra que recupera números de esta zarzuela y ópera a la vez. Todavía puede disfrutarse, pro hay que darse prisa, que acaba este 21 de abril.

Siglo y medio largo después de su estreno, la apuesta por esta versión total de ‘Marina’, ha salido bien, como era lógico esperar de esta extraordinaria música  estrenada el 21 de septiembre de 1855 como zarzuela y que tres lustros después Emilio Arrieta la transformó en ópera, por lo que y ambas versiones, la primera escrita por Miguel Ramos y la segunda por Francisco Camprodón, han convivido en los escenarios desde entonces.

Así lo explica el director del Teatro, Paolo Pinamonti, que afirma que se ha recuperado su forma original a partir de una investigación que ha permitido rescatar música que se pensaba ya perdida. Así, la transformación de zarzuela en ópera a finales del siglo XIX supuso la eliminación de algunos números y la introducción de otros. A los pocos días del estreno de la ópera, el compositor decidió modificar el final añadiendo un aria y recolocando la famosa habanera, e hizo desaparecer el original dúo de los personajes Marina y Roque y una sardana.

En la versión que ahora se representa, vuelven el el dúo y la sardana y se retoma de la zarzuela una canción que interpreta Roque. Al margen de ello, Ignacio García, director de escena, ha querido huir de la «bonita postal» típica de esta obra, que fue tildada en alguna ocasión de «cursi», y ha intentado en todo momento respetar el original: «‘Marina» reivindica lo que somos como pueblo, un país de gente que trabaja en el mar y en la tierra, en la que están todas las Españas».

Tres grandes repartos, tres

La ópera «habla sobre la dignidad proletaria, de gente que anhela tener una vida mejor», ha señalado el director de escena, que ha añadido que ese supuesto carácter «cursi» no está en el origen de la obra y no se encontrará en esta versión. Así, el tercer acto, hasta cinco minutos antes de que acabe, es una ópera dramática que podría tener un final trágico pero al final de «lo oscuro y desolador» se encuentra el final sorprendente, ha indicado.

Por otra parte, Óliver Díaz, que comparte con Cristóbal Soler la dirección musical, ha recordado la enorme dificultad que ha supuesto salvar el lapso de tiempo de 16 años transcurrido entre su estreno como zarzuela y su adaptación a ópera, ya que la música de Arrieta había evolucionado y piezas como el dúo de Marina y Roque tienen toques más «verdianos». Díaz ha destacado también el protagonismo del coro del Teatro de la Zarzuela, que representa el pueblo marinero en el que transcurre la obra.

Para que todo cuadrase, desde Zarzuela se escogió un triple gran reparto que se están mezclando a lo largo de las representaciones que se prolongarán hasta el próximo 21 de abril, dando a la ópera una gran riqueza de registros, han destacado sus intérpretes, que han recalcado el hecho de que se haya optado por «lo español».

El personaje de Marina se lo reparten Mariola Cantarero junto a Sonia de Munck y Carmen Romeu, las tres coinciden en que se trata de un papel muy difícil tanto vocal como escénico.Cantarero, que ha dicho que esta ópera es «muy machista», ha reivindicado un personaje más fuerte que esa Marina frágil que se ha interpretado tradicionalmente y ha explicado la evolución psicológica que experimenta a través de la música.