Las visiones de la voz de Montsalvatge y Poulenc invaden el Liceu

voz Montsalvatge y Poulenc invaden el Liceu

El pasado fin de semana fue el del triunfo de la VOZ en la ciudad condal, y no nos referimos a Frank Sinatra, sino que sin querer este sustantivo ha estado presente en la vida musical de la ciudad. El sábado por la tarde en el Saló de Cent del Ayuntamiento se celebró la inauguración de la LII edición del Concurso de canto Francesc Viñas con su correspondiente pregón que sorprendentemente fue una magnífica disquisición sobre qué es la voz en la persona ni más ni menos que del polémico Risto Mejide continuando por un breve concierto del gran tenor Francisco Araiza, una de las voces salidas de este concurso y con una carrera envidiable, cuyo gusto cantando y simpatía personal fue el broche de oro para este acontecimiento lírico que culminará el próximo fin de semana con el fallo del jurado y concierto de los premiados.

Y el domingo siguió con la premier de este programa doble de óperas cortas en el Gran Teatro del Liceu.

Con menos de un lustro de diferencia se estrenaban las dos óperas cortas de estos dos compositores que a parte de ser contemporáneos y haber escrito cada uno de ellos tres óperas para el corpus europeo del género se suman junto con Menotti a incorporar la tecnología y sus aparatos dentro de la acción de sus óperas.

En el caso de Montsalvatge con su característica sorna ampurdanesa bautizó “La voce in off” como Òpera romàntica en un acte i tres escenes per a dos personatges i mig, ya que el mig o medio no es sino el marido fallecido de la protagonista que la deja una última declaración de amor en un magnetófono.

La libertad creativa del regista Paco Azorín ha realizado ciertas modificaciones al libreto original de Montsalvatge que fueron bien acogidas por un público bastante abierto a la escucha y disfrute de estas óperas del s.XX.

Si bien estas innovaciones de dar un protagonismo excesivo por su visibilidad a dicho fallecido que desde el primer momento se nos muestra en un palco como observador de la acción hasta una cena tet-a-tet con la protagonista tras su suicidio por ingestión de píldoras…creemos que confunden más que ayudan, igualmente la aparición del coro en escena que rompe con la idea del compositor-libretista de que no se les vea, pasando de ser un espectro en el original a un coro griego siempre presente en la versión de Azorín.

Musicalmente Montsalvatge se sitúa en esta obra admirador y seguidor del verismo italiano con momentos de grandes melodías y un trabajo orquestal que nos hace recordar por momentos a un Puccini o Menotti con ciertos acentos mediterráneos occidentales si bien no por ello huye de armonías tirantes y momentos expresionistas en el dúo del barítono y soprano.

Angeles Blancas es una animal de escena y una gran cantante, con un instrumento generoso que sabe aprovechar en los momentos más pasionales y que a veces le cuesta controlar en los más delicados como en el “Vocalise” que Montsalvatge escribió para esta obra y que dedicaría a la Caballé, si bien en esta producción al hacerlo cantar en una bañera y cubierta por una sábana la verdad es que más que ayudar fue un inconveniente para cantante y público. El personaje de Angela se nos mostró en la voz de Blancas con dramatismo pero sin abandonar el lirismo que camina equilibradamente en toda la obra. Un triunfo para esta cantante que nos hizo vivir la desesperación de un viaje amoroso de una ceguera exterior que por una voz descubre la visión del amor interior de su esposo abandonando a su amante.

El barítono Vittorio Prato, debutante en el rol y en el teatro, aportó una muy grata presencia en el escenario y una voz entregada si bien no del todo compensada con el volumen de la soprano. Un poco forzado en algunos momentos al desenvolverse en un espacio con demasiados “objetos” que no permitían una naturalidad de la acción sino más bien evitar tropezar o tirar objetos que no tocaban, lo cual no le impidió mostrar una buena línea de canto. Antoni Comas era del trio de personajes el que ya conocía la obra al formar parte del magnífico elenco que en el 2001 grabó esta ópera en un magnífico cd con los efectivos estables del teatro bajo la dirección de Ros Marbá y en el que cantaba el personaje de la voz de Claudio, el tenor de este fatal triangulo amoroso y que en esta versión escénica cumplió con gran profesionalidad en este breve papel con uno de las melodías más bellas de toda la partitura “Sentimi Angela, sentimi cara”.

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El Coro del Liceu sonó en su primera intervención poco empastado, no consiguiendo la contundencia de conjunto en los parlados-cantados de la partitura si bien su resultado fue in crecendo con un magnífico coro final. Suponemos que es difícil ver al maestro a bastante distancia, con una cortina semitransparente en medio y un juego de luces que añadía más dificultad.

Maria Bayo fue “Elle”, el personaje anónimo que así decidieron Cocteau-Poulenc que se llamara la protagonista y único personaje escénico de su obra “La voix humaine” estrenada en la Salle Fayart de París en 1959 tras el éxito de la versión teatral del monólogo de Cocteau.

Por motivos de coste suponemos que el director de escena y escenógrafo Paco Azorín reutilizó para “Voce in off” la misma escenografía de la ya estrenada en los Teatros del Canal “La voix humaine” con algunos pequeños cambios de mobiliario pero llamar por parte del Liceu “nueva producción” a una adaptación de la misma escenografía de otra obra nos parece más propio de otro director artístico, que Dios guarde en su gloria, y que todas eran nuevas producciones que de un teatro de la seriedad del coliseo barcelonés.

Sea como sea Maria Bayo tiene una voz perfecta para este personaje atormentado y así lo demostró en su actuación, si bien tantas idas y venidas, tantas salidas del escenario no creo que ayuden a centrar el pathos del personaje sino más bien a distraer con esa mudanza que se lleva a cabo en toda la representación por parte de dos sufridos figurantes.

Suponemos que por eso la interpretación canora de la soprano navarresa se vió afectada con algunos desajustes con la orquesta que se trasladó a la parte posterior de la escena abandonando su lugar natural, el foso y un director al que no veía más que en pantallas.

La Orquesta Sinfónica de Barcelona y Nacional de Cataluña bajo la batuta de su titular, el asturiano Pablo González ,tuvieron un gran éxito en estas esporádicas incursiones operísticas, a las que cada temporada se ven abocados. Conocedores del mundo musical de Montsalvatge ya que es de los compositores catalanes más programados por esta orquesta supieron trasmitir el calor y el color de su música, siendo un poco menos sutiles en el Poulenc más pendientes de cuadrar que de expresar.

Hubiera sido deseable que al tratarse de óperas no muy frecuentes y de corta duración añadir el libreto en el nuevo formato de programa de mano (de pago), ya que son títulos cuyos textos no se encuentre fácilmente sobretodo el Montsalvatge, más todavía cuando ni siquiera en la web del teatro se habían colgado, cosa deseable para el futuro si como se nos dice se quiere ir formando nuevos públicos y que vayan a la representación con un conocimiento un poco más profundo del espectáculo por el que han pagado.

En definitiva fue una tarde llena de sorpresas y buenas vibraciones a pesar del pesimismo de los textos operísticos. Se ha de dar la enhorabuena a quien programó este binomio y a quien lo ha hecho realidad musicalmente. Lástima que sólo se hagan tres representaciones y sin prácticamente publicidad, lo cual no se entiende si lo que se quiere potenciar es la ópera del país.

Roberto Benito

Una voce in off. Ópera romántica en un acto y tres escenas para dos personajes y medio. Llibreto y música de Xavier Montsalvatge. Estrenada el 13 de diciembre de 1962 en el Gran Teatre del Liceu.

La voix humaineTragédie lyrique en un acto. Libreto de Jean Cocteau basado en su obra teatral. Música de Francis Poulenc. Estrenada el 6 de febrero de 1959 a la Opéra Comique (Salle Favart) de París. Estrenada en el Gran Teatre del Liceu el 21 de diciembre de 1965.

DIRECCIÓN MUSICAL:Pablo González // DIRECCIÓN De ESCENA Y ESCENOGRAFIA: Paco Azorín // VESTUARIo:María Araujo // ILUMINACIÓN:Pedro Yagüe // VÍDEO-ARTISTA:Pedro Chamizo

INTÈRPRETES: + Una voce in off: ANGELA Ángeles Blancas, MARIO Vittorio Prato, VEU DE CLAUDIO Antoni Comas + La voix humaine: ELLA Maria Bayo

Orquesta Simfònica de Barcelona i Nacional de Catalunya (OBC) y Coro del Gran Teatre del Liceu

Nueva producción La voce in off, Gran Teatre del Liceu y La voix humaine Coproducción con Teatros del Canal

Gran Teatro del Liceu 18.1.2015