Mortier: «No estoy muerto actualmente, aunque a alguno le gustaría»
EFE
Recién salido de una sesión de quimioterapia pero con sentido «guerrero» en plena forma, el hasta hoy intendente del Real, Gerard Mortier, ha declarado a Efe que no se irá sin plantar batalla, tras saber que el coliseo había decidido su sustitución: «Tengo cáncer, pero no estoy muerto actualmente».
«Yo tengo todas las competencias, pero está claro que Recio -Miguel Angel, director del Inaem- y Lasalle -José María, secretario de Estado de Cultura- me detestan, y su deseo es que me vaya directamente. No estoy muerto actualmente, aunque a alguno le gustaría, y mi intención es presentar batalla», ha dicho a Efe.
El presidente del Patronato del Real, Gregorio Marañón, le ha comunicado esta tarde la decisión de la Comisión Ejecutiva, después de la rueda de prensa en la que han comunicado su decisión de sustituirle por Jordi Matabosch, aunque eso no significa «el despido» de Mortier, con contrato hasta 2016.
En respuesta, él ha propuesto irse al final de la temporada que se inaugura el próximo sábado, pero, «de ningún modo», aceptará que «el Gobierno», es decir, Lasalle y Recio, le despida.
«Es siempre la misma casta. Los que tienen el poder deciden, y todos los demás por debajo. Mi problema con un hombre como Recio es que solo quiere cortesanos. ¿Y Lasalle?. ¿Quién es Lasalle?, ¿quién le conoce en el mundo de la cultura?», se pregunta.
El Gobierno, sostiene, pretende «algo increíble»: «No pueden despedirme, pero hacen lo posible por que me marche. Nada de lo que digo es contra Matabosch, que siempre ha sido amable conmigo, sino que pienso que en este momento tan importante para el Real el mejor procedimiento de elección, como hacen en la Scala o Salzburgo, sería a través de un comité y que se postularan los candidatos», afirma.
Sin embargo, insiste, «ellos» prefieren «el método franquista» de dirigir «todo» desde el Gobierno.
«Han querido imponer a Pedro Halffter, pero afortunadamente no han podido. No quieren a personas como yo. No quieren que yo participe de la elección de mi sucesor, después de haber situado el teatro internacionalmente. Pero estos mediocres en cultura, con Lasalle incapaz de sacar su Ley de Mecenazgo, ¿sí están capacitados para arreglarlo?», lanza el hasta hoy intendente del Real.
Su contrato establece que las modificaciones de cualquier especie en las condiciones del mismo se le deben comunicar por escrito: «No hay nada de nada. Si ellos no quieren guardarme el puesto, me lo tendrán que decir, y al revés también».
Mortier, según ha dicho públicamente esta tarde Marañón en varias ocasiones, «no está despedido» y, «en ningún caso, se adoptará la forma de despido. Ha manifestado que se marchaba y se respeta su decisión, su voluntad», ha precisado.
El deseo del intendente del Real, además del evidente de restablecerse, es terminar esta temporada, porque, dice, tiene «una responsabilidad» con el público, y él y todo su equipo han trabajado «mucho y muy duro» para que todo resulte bien.
«Pero tenemos que hablar. Lo que sí sospecho es que habrá artistas como Muti, Hengelbrock, Bychkov o Cambreling que no volverán a Madrid cuando me vaya», presume.
Supone que no le prohibirán la entrada en el Real, bromea, porque él no es «como los banqueros», pero, si no negocian con él su salida, no se quedará quieto.
Lleva tres meses de terapia en un hospital alemán para el «complicado cáncer» que le han detectado y del que le operaron durante más de tres horas, pero se encuentra bien y cree que está respondiendo «adecuadamente» a algo «muy duro».
«Estoy luchando y voy a dar batalla en todas partes. La vida es demasiado corta, y esto no va a estropear una carrera de 40 años. Hay tanta gente buena en España…», recalca nostálgico.
Concha Barrigós.