Tras una enfermedad que se había prolongado durante varios meses, Christopher Hogwood falleció el pasado miércoles 24 de septiembre en su casa de Cambridge. El funeral se realizará en privado, seguido de un servicio memorial que se prevé para una fecha posterior.
Hogwood trabajó por todo el mundo con multitud de orquestas de primer nivel y se le considera como uno de los máximos exponentes en la corriente de la música antigua. En este sentido, destaca como fundador de la Academy of Ancient Music (AAM) en 1973, que dirigió durante 30 años a través de los seis continentes. La AAM editó más de 200 grabaciones, incluyendo la hasta entonces jamás registrada interpretación de un ciclo completo de sinfonías de Mozart en instrumentos de la época. Entre sus grabaciones más famosas, cabe también recordar la versión de 1980 del Mesías de Handel, con Emma Kirkby y James Bowman, que fue listada por la Music Magazine de la BBC entre las 20 mejores grabaciones de todos los tiempos.
El maestro estudió clavecín en la Universidad de Cambridge con Rafael Puyana y Mary Potts, y más tarde con Zuzana Ruzickova y Gustav Leonhardt. Su primer puesto fue como clavecinista y musicólogo con la Academy of Saint Martin-in-the-Fields, bajo la dirección de Sir Neville Marriner, y fue miembro fundador del Consorcio de Música Antigua de Londres.
Contribuyó como director artístico en el King’s Lynn Festival y en la Boston’s Handel and Haydn Society.
«Christopher tenía una generosidad de espíritu extraordinaria», señala Christopher Purvis, presidente honorario de la AAM. «Era un fabuloso embajador de la interpretación histórica, el movimiento del que él fue creador. Y se hallá feliz por ver como la orquesta que él fundó, acabó madurando y creciendo después de su marcha como director».
El actual director musical de la AAM, Richard Egarr, añade: “Me encuentro profundamente consternado por la noticia del fallecimiento de Christopher. Christopher me proporcionó un fantástico legado sobre el que basarme cuando me uní en 2006, y sé lo mucho que lo extrañarán aquellos que le conocían y trabajaron con él”.
La soprano Emma Kirkby señala, durante una entrevista de radio: «Algunos de los mejores intérpretes que ahora se encuentran a la cabeza de orquestas de todo el mundo empezaron con él. Chris era un académico por naturaleza y hombre increíblemente perspicaz. Tenía una capacidad asombrosa para absorber información de todo tipo […] Un genio».