Es el primer volumen de la línea editorial de archivo del proceso de creación artística de las artes en movimiento
El trabajo de Javier Martín es el núcleo de Cuaderno de creación, el primero editado por el Museo Universidad de Navarra (MUNAV) sobre una serie de experiencias de los artistas del movimiento. El libro supone un registro de las diferentes fases creativas, ensayos, investigación, primeras interpretaciones, y recoge algunos momentos de los procesos de creación de sus coreografías Control, Symptoma y Oximórica, estrenadas en el teatro, pasillos y salas expositivas del Museo, con la colaboración del iluminador Octavio Mas.
En este volumen de 100 páginas, Martín ha querido atrapar “el ritmo de los objetos y la escenografía, el ámbito sicológico que imprime el vestuario, la filosofía y estudio del movimiento, los cambios y los compañeros de viaje”.Editado por quien fue directora de Madrid en Danza, Ana Cabo, este título es el primero de una serie que surge “por la necesidad de crear herramientas para que todo este conocimiento se conserve”, indican sus impulsores.
Por esa razón, ya en este primer Cuaderno de Creación se establece la “línea editorial y de archivo del proceso de creación artística en las artes en movimiento”, explica la Directora de Comunicación del Museo Universidad de Navarra, Elisa Montserrat. “Pretendemos trabajar con coreógrafos actuales en ambas vertientes, la producción artística y la editorial”. Además de las representaciones de sus creaciones plástico-coreográficas, Montserrat subraya el deseo del MUNAV de “poder dejar constancia del proceso en forma de publicación”.
El coreógrafo contemporaìneo gallego Javier Martín colabora con artistas y cientiìficos del panorama actual –de hecho, él tiene formación universitaria en ciencias- para desenvolver la sensibilidad en el cuerpo y alcanzar una mayor conciencia del movimiento, incidiendo en todo lo referente al proceso creativo y la puesta en escena.
En el origen de su trabajo con su compañía, en 2005, fue residente en el Teatro Galán de Santiago de Compostela y ha estado respaldado por distintas entidades gallegas para la producción de sus espectáculos, como el Centro Galego de Arte Contemporáneo, el Festival En Pé de Pedra o la Mostra de Cinema Periférico.
En la actualidad desarrolla la creacioìn e interpretacioìn de sus propias piezas en torno a la performatividad aplicada a entornos diferentes, como congresos, muestras o laboratorios, considerando como uno de sus trabajos más apreciados su colaboración con el pianista ruso Oleg Karavaichuk (1927-2016), paradigma de la improvisación y único músico que tenía el permiso para tocar el piano imperial custodiado en el Museo del Hermitage de San Petersburgo.
Cristina Marinero