Atención a los dos artículos entrevistas que publica el diario El Mundo, firmadas por Rubén Amón.
Muti afirma cosas espléndidascomo:
«Donizetti expone un drama humano. Hace sonreir, no reir. Hay de fondo una amargura y ternura que es obligatorio preservar, pero sucede que la,influencia de directores de escena germánicos han transforma Don Pasquale en una especie de vodevil cómico y ha desnaturalizado el mensaje original!.
«Me gustaria que la ópera volviera a ser lo que fue en su naturaleza cultural, lejos del exhibicionismo y la frivolidad. Vivimos unos tiempos en los que la superficialidad y la imagen han devorado la reflexión. Cada vez vemos más y escuchamos menos. Incluso cuando estamos en una ópera, la música adquiere el valor de una banda sonora más o menos marginal».
Respecto de Verdi indica que le indignan «las aberraciones dramatúrgicas y las ignorancia con que los regisseurs vanguardistas malogran arbitrariamente la esencia verdiana». (esto se puede aplicar a la ópera en general)
Con estos criterios nos es de extrañar que las relaciones entre Muti y Mortier sean, digamos, no muy cordiales.
No tiene desperdicio.
Francisco García-Rosado