Nabucco de estrenos en la Ópera de Oviedo

Nabucco de estrenos en la Ópera de Oviedo  Por Alejandro Villalibre

NOTA del crítico: Por error se publicó una plantilla-borrador incompleta, lo cual solventamos publicando la crítica correcta, y pedimos disculpas a la Ópera de Oviedo y a todos los implicados en la producción.

Cuando en el año 2015 Emilio Sagi presentó esta versión de Nabucco por primera vez en Oviedo, él mismo se encargó de señalar que se huiría de la clásica visión de las ‘óperas de barbas’. Sin renunciar a muchos de sus tics que son auténticas marcas de estilo (el uso de las sillas, de las telas, de las velas o incluso la propia concepción de la caja escénica nos remiten a otros celebrados títulos en su repertorio), Sagi apuesta por una ubicación atemporal que se sirve de elementos icónicos que nos sitúan geográficamente. En todo momento respeta el canto, pero esa falta de movimiento escénico de los solistas en ocasiones daba la sensación de ópera semiescenificada.

Un momento de NABUCCO, la ópera que abre la temporada en Oviedo.                                             Foto: Ópera de Oviedo

El gran aliciente de la noche fue el debut del nuevo Coro Intermezzo  ̶ Coro titular de la Ópera de Oviedo bajo la dirección de Pablo Moras ̶  . Fue la presentación soñada de un conjunto que desde el primer número demostró su potencia y empaste, pero que además se mostró muy seguro en la afinación y, sobre todo, muy maleable a los cambios de ritmo propuestos por el maestro Marcianò. Sus miembros vertebran dramática y musicalmente una función que se pone en sus manos en no pocas ocasiones, y en todas ellas salen victoriosos. El debut fue premiado con largas ovaciones, llegando a bisar el celebérrimo “Va, pensiero” de una manera más protocolaria que demandada, ya que el público no llegó a solicitarlo con contundencia (e incluso el coro avanzó hacia unas posiciones marcadas para repetir el número antes del mutis).

En el apartado solista, Simón Orfila fue el gran triunfador de la noche, pletórico en el papel de Zaccaria, con una voz que corría por todo el registro grave sin problemas, y un canto poderoso y muy emocionante. Silvia dalla Benetta debutaba en Oviedo con una Abigaille que convenció en su versión más lírica, con gran dominio del fiato y el fraseo, pero que sufría más en los agudos y en la parte más histriónica del personaje.

Foto: Ópera de Oviedo
Ángel Ódena y Silvia dalla Benetta   Nabucco de estrenos en la Ópera de Oviedo                              Foto: Ópera de Oviedo

A su lado Ángel Ódena como Nabucco no colmó las expectativas puestas en él, desarrollando un personaje que vocalmente fue de más a menos, llegando muy justo al “Dio di Giuda”, lo que repercutió en la estabilidad de su línea de canto, e incluso provocó algunos problemas de afinación.

Antonio Gandía se presentó por primera vez en la Ópera de Oviedo en el papel de Ismaele, dejando al público con ganas de escuchar al tenor en roles más amplios, y la también debutante Theresa Kronthale, aunque algo tapada en ocasiones por la orquesta, presentó un timbre de bello color y mimbres de una voz que en el futuro puede dar grandes momentos. Deyan Vatchkov (el Gran Sacerdote de Baal), Facundo Muñoz (Abdallo) y María Zapata (Anna) solventaron sus apariciones, que no permitían grandes alardes, con eficiencia.

El coro tras la nterpretación de «Va pensiero… » de Nabucco de estrenos en la Ópera de Oviedo       Foto: Ópera de Oviedo

La dirección musical de Gianluca Marcianò al frente de la Orquesta Sinfónica del Principado de Asturias mantiene en todo momento el nervio que demanda el Verdi más espectacular y ‘guerrero’. Gracias al compromiso de orquesta, solistas y coro, en todo momento se mantuvo el control sobre los tempi, y cada stretta se convertía en un apoteósico cierre de número en el que, a pesar de lo peligroso de los cambios de velocidad, se mantenía una sensación de seguridad. Marcianò supo combinar estos momentos con otros de mayor calidez e intimidad, más apropiados para el lucimiento de los profesores de la OSPA, especialmente de las maderas o del violoncello solista.


Teatro Campoamor de Oviedo, 6 de septiembre de 2021. Nabucco. Producción de la Ópera de Oviedo. Música de Giuseppe Verdi, libreto de Temistocle Solera.

Intérpretes: Silvia dalla Benetta (Abigaille), Ángel Ódena (Nabucco), Simón Orfila (Zaccaria), Antonio Gandía (Ismaele) Theresa Kronthale (Fenena), Deyan Vatchkov (El Gran Sacerdote de Baal), Facundo Muñoz (Abdallo) y María Zapata (Anna). Coro Intermezzo- Coro titular de la Ópera de Oviedo (director: Pablo Moras). Dirección musical de Gianluca Marcianò. Dirección de escena de Emilio Sagi.