Muchos apuros pasan la Asociación viguesa de Amigos de la ópera para programar con 25 mil euros un ciclo que incluye conferencias, mesas redondas, conciertos y hasta una ópera escenificada. Trabajo de gigantes que hay que valorar y felicitar.
Esta norma tenía un aliciente principal y otro añadido: la presencia en el rol protagonista de la soprano segoviana María Ruiz que cantó muy bien, con medios más que suficientes, entendiendo el personaje y con una capacidad para el uso de reguladores y fiato espléndida. Para ella fue el triunfo. A su lado como Pollione el joven tenor Sergio Escobar que sorprendió por capacidad vocal, expresión y buenos medios aunque quizá un poco abierto el canto. La soprano Belén López León con voz muy interesante y de timbre muy bello perfiló el papel de Adalgisa de manera muy digna.
La escena olvidable. Si no hay dinero para escena, hágase en concierto o en caja negra. No tenía sentido. Sin embargo lo malo, muy malo fue el director musical José E. Irastorza. Empezando porque no se sabía la partitura y los tiempos fueron una auténtica locura y sufrimiento para los cantantes, perdido en muchos momentos hasta el punto que María Ruíz tuvo que indicar a la orquesta con leves gestos por donde tenían que ir. Pero, ¿quién puede contratar a este sujeto mata partituras?.
A pesar de todo un público con ganas de ópera lo pasó bien y aplaudió.
Francisco García-Rosado